Tres hermanas, tres miradas

Las imperfecciones

del amor

Milena Agus. Ed. Alfaguara, Madrid, 2010. 154 pp.

A. GARCÍA

Nadie ama de verdad y quien ama no ama

desinteresadamente, sino que siempre lo hace por algo». Esta afirmación (p. 142) quizá sea una buena conclusión de esta historia de las tres hijas de una familia noble venida a menos que sueñan con el amor. Amores. La mayor, Noemí, sueña, sobre todo, con el esplendor perdido. Siempre ahorradora por eso, se considera siempre «juez y condesa» y cree que no está hecha para el amor. A la segunda, Maddalena, le gusta hacer el amor. Y cómo. La tercera, conocida como «la condesa de mantequilla», sueña con un amor y es la única de las tres que tiene un hijo, Carlino, que centra la atención con una prosa especial, quizá por delicada y tierna, acaso porque «para Carlino ha sido difícil desde el principio».

Las tres historias paralelas, imbricadas en una única secuencia narrativa, nos lleva a ese mundo tan definido de la autora italiana, que, ante todo, sabe crear muy bien las atmósferas en que se mueven sus personajes, una galería inolvidable: el marido oscilante que es Salvatore, un vecino misterioso, una vieja tata, el pastor Elías, que se «siente atraído por el mundo de las condesas», según interpreta Noemí. Todo ello confirma en este caso un mundo que nos lleva de la pura realidad al esplendor perdido, del amor al desamor, del encanto al desencanto, como contrapunto del propio vivir. Sexo, amor, celos, indiferencias, maternidad-¦ sobrevuelan estas páginas intensas.

Con un lenguaje sencillo y vivo, sin rodeos, las descripciones, precisas, van más allá de lo puramente descrito para crear situaciones, sensaciones. Siempre con la presencia del humor, de la ironía que pone la mirada sobre diversas situaciones de la condición humana. Un mundo, en fin, original, mágico.