Pepa Roma, Premio «Azorín» de Novela
Pepa Roma. Su novela, «Indian Express», narra la amistad entre dos mujeres.
La escritora y periodista Pepa Roma (La Sentiu, Lérida, 1952) obtuvo el Premio de Novela convocado por la Diputación de Alicante y Editorial Planeta, dotado con 68.000 euros. El fallo tuvo lugar el pasado día 3 en el Auditorio de la Diputación de Alicante (ADDA), recién inaugurado en la capital mediterránea. Indian Express , que éste es el título de la obra ganadora, estará a disposición de los lectores a partir del próximo día 13 de abril.
Indian Express , según declaraciones de la autora y de los miembros del Jurado, trata de analizar la amistad entre mujeres y profundizar en la identidad femenina. El texto narra la historia de dos amigas que se conocen desde hace 40 años y deciden emprender un viaje a la India que siempre habían soñado; indaga en «qué queda de estos sentimientos y la dedicación a las amistades a lo largo de toda una vida». «Me interesaba -”dijo Pepa Roma-” el tema de la identidad femenina, ver qué era la femineidad y dónde estaba, a raíz de una noticia sobre los divorcios cada vez más frecuentes de gente de 70 años en Estados Unidos». Afirmó que este hecho se debe a que las mujeres, a los 70 años, descubren que aún les queda vida por delante y que pueden seducir a otras personas.
Viajera permanente, por oficio y devoción, la escritora y periodista siempre se ha sentido deslumbrada por la India, país al que viaja con frecuencia y sobre el que había escrito otra novela, Mandala , Premio Andalucía.
Con carácter cosmopolita, la novela premiada tiene cierto carácter de viaje iniciático: mucha gente siente insatisfacción en su vida cotidiana, y busca el equilibrio en otros paraísos, lo que supone también el análisis de cómo ha ido cambiando el mundo y la manera de viajar.
La novela puede considerarse igualmente una novela de caracteres femeninos a través de dos mujeres, Lola y Ché, que acabarán rompiendo los lazos de una larga amistad. Y no es que en la novela se ponga en duda la amistad, sino cómo se van quitando las máscaras -”afloran entonces ángeles y demonios-” que la entorpecen y dificultan.