«Tenemos una deuda de gratitud para con este leonés ilustre, humilde y sabio»

-”¿Quién es Mariano Gutiérrez-Lanza Díez?

-”Mariano Gutiérrez-Lanza fue el cuarto vástago de un matrimonio de labradores que, a mediados del siglo XIX, vivía en la pequeña villa de Pardavé, en la provincia de León. Nació el 26 de mayo de 1865, y aprendió sus primeros juegos en el suelo materno cubierto por la nieve y el frío. Paradójicamente, ya adulto, desplegó una lúdica sorprendente con las fuerzas del huracán, amo y señor de las tormentas del trópico. Muy joven profesó los hábitos como jesuita, y compartió su vocación espiritual con el estudio de las ciencias de la atmósfera. Es, por sobre todo, un lazo de los tantos que se anudan entre españoles y cubanos.

-”¿Por qué un libro dedicado a su figura y trabajo? ¿En qué medida fue importante?

-”Indagué en sus obras y escribí su biografía porque tenemos una deuda de gratitud para con este leonés ilustre, humilde y sabio, hoy olvidado. Gracias a él, nuestros abuelos emigrantes o indianos escaparon de perecer, en la tierra o en el mar, víctimas de los extremos de la naturaleza. Así, su desempeño y su acción social se expresan en miles de vidas salvadas en el Caribe y el Atlántico gracias a sus acertados pronósticos cada vez que les amenazaba un ciclón tropical.

Su labor incluyó la dirección de observatorios meteorológicos, sismológicos y astronómicos, y sus memorias sobre grandes huracanes dejaron una huella en el siglo XX cubano. Asombrosamente, Gutiérrez investigó en aspectos que hoy tienen palpitante actualidad; entre ellos los cambios del clima y los desastres naturales causados por huracanes y terremotos. Como si fuera poco, dedicó un estudio al famoso cometa Halley y realizó un análisis crítico sobre la teoría de la Relatividad y sus implicaciones filosóficas. Ahora pretendemos resarcirle del olvido, y restaurar su memoria con un texto que narre el largo camino que debió recorrer para cumplir la obra de su vida.

-”Se asocia el nombre de Gutiérrez-Lanza con el vuelo trasatlántico del avión «Cuatro Vientos». ¿Qué importancia tuvo este hecho histórico? ¿Cómo participó el leonés en él?

-”El hecho de que en 1933 Mariano Barberán y Joaquín Collar tuviesen el valor de cruzar el océano entre Europa y América, solos, a bordo de un avión monomotor, sería suficiente para enaltecer aquel acontecimiento; pero desde mi punto de vista el vuelo significó también asumir el reto sempiterno de colocar el ingenio y el espíritu humanos por encima de las dificultades, mostrar la capacidad de prever escenarios y barreras, y traspasarlas utilizando la inteligencia y el conocimiento. España ha sido cuna de valerosos exploradores, y aquellos osados pilotos no fueron menos que los grandes expedicionarios del siglo XVI, XVII y XVIII. Resultan, si se quiere, una interfase histórica entre los viajeros continentales y oceánicos y aquellos que, años después, propiciaron la conquista del espacio exterior.

A Gutiérrez-Lanza se le pidió estudiar y prever el estado del tiempo que encontrarían los aviadores españoles a lo largo de una ruta de miles de kilómetros, casi toda sobre el mar, y su éxito en tal faena contribuyó a salvaguardar la vida de los heroicos ejecutores del vuelo Sevilla-Camagüey-La Habana.

-”¿Cuáles fueron las mayores aportaciones a Cuba del P. Lanza en el campo de la meteorología?

-”La primera, como he dicho, son sus estudios y pronósticos sobre los ciclones del trópico. Después, haber escrito una temprana monografía sobre la sismología y la geotectónica de la región del Caribe; la tercera, su labor como divulgador de la ciencia, cosa que logró hacer con gran éxito en los periódicos de La Habana. Inclusive, avizoró el papel de la radiodifusión en aquellos empeños y la utilizó entre los primeros, con triunfos increíbles para su época.

-”¿En qué medida se pueden reconocer hoy sus aportaciones a la ciencia?

-”Evaluamos su trascendencia al constatar que los meteorólogos de hoy, formados en el dominio de avanzadas tecnologías como el radar, los satélites y los ordenadores, estudian las obras de Gutiérrez y reconocen la precedencia y el valor de sus investigaciones y publicaciones.

-”¿Podría darme, al menos, tres razones por las que el jesuita leonés tendrá presencia en la historia?

-”Multiplicaré por dos lo que su pregunta demanda: Gutiérrez-Lanza conceptualizó e instaló la primera estación sismológica existente en Cuba; además, halló telescópicamente y estudió al cometa Halley en 1910, cuando este se hallaba aún más allá de la órbita de Marte; pronosticó los cuatro huracanes más intensos que azotaron a Cuba entre 1910 y 1932; fue uno de los dos meteorólogos que alcanzaron la categoría de Miembro de Mérito de la Academia de Ciencias en Cuba; propició la realización del primer sondeo atmosférico en Cuba, empleando globos y radiometeorógrafos; y difundió sus avisos de ciclón tropical mediante la radio comercial, allá por 1935...

-”El nombre de Mariano Gutiérrez-Lanza es prácticamente desconocido en su tierra, y por tanto sus aportaciones a la Ciencia. ¿Podría referirnos, enumerarnos algunas otras, fuera del ámbito de la meteorología, si es que existen?

-”Sí existen, y son más de las que cabría citar aquí. Una de ellas fue su labor como promotor de la divulgación científica, en carácter de conferencista, labor que cumplió en varias ciudades de la Isla, y aún fuera de Cuba; él participó en los trabajos para fundar un sanatorio antituberculoso de montaña, construido en el centro del país; fomentó la expansión de la biblioteca científica del Colegio de Belén, sólo mediante el intercambio de publicaciones; y dio continuidad a la serie de observaciones climatológicas más extensa de Cuba, lo que ahora adquiere renovada importancia a partir de las investigaciones sobre el cambio y la variabilidad climática. Gutiérrez-Lanza escribía, además, con singular belleza y propiedad en el uso del idioma. Sus textos, a más de cumplir con las exigencias de la ciencia, brotan con singular elegancia y, ¿por qué no?, con rara poesía.

-”Es curioso, sin embargo, que en 1935 los gobiernos de Cuba y España le rindieran homenaje y le honraran con las más altas condecoraciones nacionales-¦

-”Sus dos patrias le entregaron altas distinciones: «Carlos Manuel de Céspedes», de Cuba, con el grado de Oficial; y la de la República Española, y la Gran Cruz de Isabel la Católica, estas últimas de su tierra natal.

-”¿Existe hoy en La Habana algún elemento (busto, monumento, calle-¦) que lo recuerde? ¿Dónde?

-”La respuesta es negativa. En Pardavé de Torío sí se le ha dedicado un espacio público. Es curioso que en esa pequeña villa se levanten no uno sino dos memoriales al conocimiento y los valores humanistas. Allí existe un monumento al maestro más célebre que tuvo aquella población; y además la Plaza del Astrónomo Mariano Gutiérrez-Lanza, dedicada a la memoria del Sabio.

Confiamos en que su biografía -”proyecto a punto de concluir-”, vea pronto la luz, y que este científico, tan leonés como cubano, tenga el homenaje que merece en ambos lados del Atlántico.