El visitante de las estrellas
Un Objeto Volante No Identificado se posó en una colina de Arkansas. Era de un material desconocido, más parecía un huevo gigante que una creación artificial. Sin aperturas, ni fisuras, ni costuras, de repente lo que estaba oculto comenzó a salir a la luz, como si se tratara de un guante al que se le diera la vuelta. Luego volvió a cerrarse y otra vez parecía un huevo gigante. Pero ahora en sus paredes podía verse algo. Era un mensaje enviado por una civilización inteligente. Describían su sistema solar y su mundo. Eran el tercer planeta de un sol como nuestro sol. En su mundo había cinco continentes rodeados de agua. De uno de ellos, igual que nuestra África, había sido enviado el objeto. Había también la efigie de dos personas, hombre y mujer, ambos negros. Las referencias a la galaxia la identificaban como la Vía Láctea. Sin duda que aquel objeto procedía del planeta Tierra, de la que había salido mucho antes de que la semilla de nuestra civilización prendiera