La vida es cine y el cine… sueño es
Del papel a la imagen
(coords. Clara Isabel Martínez y Pablo Alonso González), Universidad de León y Festival de Cine «Ciudad de Astorga». Astorga, 2011, 96 pp.
Alguien dijo alguna vez que el cine, si se hace bien, regala pequeños fragmentos de vida que nunca se podrán olvidar. Tal y como considera la actual alcaldesa de Astorga, Victorina Alonso, Del papel a la imagen , editado conjuntamente por la Universidad de León y el XIV Festival de Cine «Ciudad de Astorga» es una obra «para aprender a plasmar los sueños» o aquellas «fantasías que se transforman en imágenes por deseo de aquellos que aman el cine por encima de todas las artes». En el libro se recogen un total de quince artículos que se dieron a conocer con motivo de la celebración del Curso de Verano «Del papel a la imagen», organizado por Luis Miguel Alonso e Isabel Cantón y que se celebró en Astorga el pasado mes de septiembre, contando con una calurosa acogida y un merecido éxito entre el público asistente, admirado por las intervenciones de los propios organizadores del curso y de otros amantes del cine como Margarita Fernández Mier, Tomás Pollán, José Enrique Martínez, Javier Huerta Calvo, Miguel Díaz, Rosendo García, Castorina de Francisco, Benito Escarpizo, Javier Panera, Tomás Álvarez, Claro García o Javier Fesser. Todos ellos supieron crear «magia pura» a través de la plasmación en sus palabras de una serie de «paisajes, ilustración, pintura, teatro, ciudades, educación y cómic», y la reflexión acerca de las fructíferas relaciones que han mantenido la literatura y el cine, pues no olvidemos que tanto la una como el otro «son medios narrativos» o «artes del relato» o «contadores de historias» y que «una adaptación está bien lograda cuando consigue transformar la palabra escrita en imágenes y sonidos». Lejos de plantear un debate acerca de si es mejor leer el libro frente a la adaptación cinematográfica, los artículos de Luis Miguel Alonso, José Enrique Martínez o Javier Huerta Calvo se proponen plasmar que «lo interesante al ver una novela en el cine es el enriquecimiento que la película le da al libro, no lo que le quita».
Por su parte, la catedrática de la Universidad de León Isabel Cantón reflexiona acerca de la imparable implantación de la Escuela 2.0. en lo que se ha llamado la sociedad del conocimiento, Miguel Díaz pretende mostrar cómo se ha plasmado el derecho en el cine, mientras que los pintores Benito Escarpizo o Rosendo García indagan acerca de la aclimatación o el lugar del arte en la enseñanza actual, alejada todavía de una utópica (re)activación de la imaginación, creyentes de que «nadie se hace artista de repente; […] activar la sensibilidad requiere su tiempo y buena dosis de ‘impronta’», o cuanto menos una creencia firme en lo que se crea a través de las manos de los artistas, como muestra, por ejemplo, Castorina de Francisco, la cual vive su profesión de escultora con una devoción digna de admiración, creyente de que «toda creación tiene peligro… dolor, pero culmina con la satisfacción semejante a la producida por el parto». Asimismo, el libro recoge una serie de reflexiones acerca de los paisajes y las ciudades, convertidos, a través de una medida interpretación, en construcciones culturales, con un protagonismo enérgico en novelas y filmes, pues «el paisaje no es una cosa que está ahí delante […]; el paisaje lo llevamos con nosotros, es nuestro modo de mirar el entorno», al mismo nivel que aquellas ciudades que, convertidas en iconos, son emblemas de nuestros más profundos anhelos y pesares.
Finalmente, los tres últimos artículos, escritos por Claro García y Javier Fesser, enamorados de su oficio de creadores de sueños, pretenden (de)mostrar todo lo bueno que el cine puede ofrecernos. Según la película Una proposición indecente : «si deseas algo con mucha fuerza, déjalo en libertad. Si vuelve a ti, será tuyo para siempre. Si no regresa, no te pertenecía desde el principio». Por ello, el cine es libertad, sueño, fantasía, creación, tal y como se ha pretendido plasmar en Del papel a la imagen como un homenaje sincero y una devoción indudable por el séptimo arte.