Una mirada acerada y valiente
Fuera de Lugar
Luis Grau Lobo. Viñetas de Ernesto Rodera. El Mundo—León, Valladolid, 2011.
Con una portada alusiva al tópico supremo del despiste, representado por un pulpo (despiste que en absoluto está presente en estas páginas) Luis Grau ofrece las tribunas de opinión aparecidas en El Mundo—León desde el 14 de abril de 2008 hasta el 4 de septiembre de 2011. Los textos tienen una feliz complementación gráfica en las viñetas de Ernesto Rodera, de hondo y mensaje plástico. Frente a las colaboraciones de esta condición, casi siempre efímeras, estos trabajos gozan de una admirable intemporalidad. No es fácil descubrir su clave, pero sí intuirla: se halla ésta en la mirada perspicaz ante cualquier motivo, en la valentía de sus críticas y en la condición humanista con la que ensalza a los seres humildes.
Toda la temática imaginable cabe en estas tribunas, en las que se hace patente una crítica progresista que le lleva a Luis Grau a tratar con dureza situaciones o temas comprometidos. Pero tal vez lo más atractivo se encuentre en su mirada personal de ciertos fenómenos. Es lo que ocurre, por ejemplo, con «Psicotecturas» (una curiosa interpretación de algunos edificios de la ciudad de León) o con «Amor vacui», título de inesperada paronomasia relacionado con una temática bien conocida del arte. O con la metonimia «Las gafas de Allende», cuyo contenido es una gran semblanza del político chileno.
La variada vertiente humana se desglosa en interpretaciones diferentes. Aparece el mito de los héroes, recreados en versiones diversas, como es la evocación del heroísmo de sir Ernest Shackleton (que vuelve a la Antártida intentando rescatar emocionado a los hombres de su expedición) y surge la presencia de los seres humildes cuyo homenaje rinde Luis Grau en «El factor Collin» o en «Vigilante de museo». El fútbol no escapa a su doble interpretación; la negativa está presente en «Cultura empresarial» y la favorable resurge en la glosa del Campeonato del mundo, consumación simbólica de un deporte practicado por la generación del autor en las condiciones heroicas de otro tiempo.
La excelente calidad de los textos de Luis Grau tiene una precisa complementación en los dibujos de Ernesto Rodera. Se trata de imágenes distorsionadas, pero figurativas, de personajes actuales cuyas palabras manifiestan un exacerbado cinismo corrosivo, aunque no faltan versos del celebérrimo «Romance de don Bueso». En el fondo de la mayoría de las tribunas… late una sensación de pesimismo, patente en «Orientación Oeste», hablando de la trivialización del Camino de Santiago: «Quizá sucede que hace tanto tiempo que perdimos el Norte, que ahora no están arrebatando el Oeste».