Este cuaderno de tierra y agua
días en tierraJosé Antonio ReñonesLobo Sapiens, León, 2012. 262 páginas.
D e tierra y agua es, en efecto, este libro de José Antonio Martínez Reñones, una gavilla de escritos en los que la tierra y la lluvia reciben un delicado tratamiento literario. Ninguno de los dos elementos tienen existencia independiente, sobre todo si su evocación surge de un escritor que une en su mirada una doble y rara condición, escritor de raza y habitante terruñero, calificativo este último que tiene, en efecto, ecos unamunianos. No es extraño: Reñones tuvo juventud de formación salmantina que lleva en el fondo de su corazón: «Ahíto, curda de Salamanca llego a este cuaderno de tierra y agua, a la huerta donde reposa mi necesidad» (p. 24).
El cuaderno incluye las notas recogidas entre el 20 de febrero de 2001 y el 1 de mayo de 2003, notas lejanas en la cronología, pero sin haber sufrido los embates del anacronismo. Días en la tierra «no es un diario al uso», se advierte, y en ello está buena parte de su atractivo. Abundan las referencias culturales, las alusiones políticas, las reflexiones sociológicas…pero el resultado esencial es la esencia del mundo rural, el alma de sus últimos habitantes. Habitantes de la Ribera del Órbigo que son reflejo y fruto de una cultura secular y de un paisaje invariable.
Ambos elementos sustentan el contenido de estas páginas. Se habla del ser humano, pero se describe el paisaje evocado en su esencia, desde de color de las nubes y la llegada de las golondrinas hasta la belleza inerte y misteriosa de las piedras. Entre ambos elementos se pasea la mirada del escritor, que alcanza a veces condición panteísta, identificación con el paisaje, subjetivización, en fin. Tal vez por ello, estas páginas presenten la difícil condición de la intemporalidad y la fácil asimilación por parte de los lectores, aun cuando muchos de ellos no hayan tenido la fortuna de conocer el misterio de este mundo...