Los niños robados

Las novelas de Clara Sánchez parten siempre de algo real y de actualidad, algo que a todos nos puede suceder. En Un millón de luces aborda el tema del mobbing ; en Presentimientos , un accidente de automóvil; en Lo que esconde tu nombre , los ancianos supervivientes de las dictaduras; y en la nueva novela, Entra en mi vida, aborda el tema de los niños robados. Vemos, pues, que Clara Sánchez se caracteriza por inspirarse para sus relatos en hechos de tipo social y cotidiano, dándoles un toque entre social e intimista. Entra en mi vida utiliza una técnica narrativa alternando capítulos que muestran los hechos a través de dos personas desconocidas, comunes, distintas y dispares, que se mueven en ambientes corrientes, con situaciones usuales: «Entre millones y millones de hombres, uno era mi padre». Un secreto familiar, oculto, pero a la vez inconscientemente presente en una familia básica de matrimonio y dos hijos, dibuja un tejido en red de circunstancias, hechos, momentos, suspense, que recuerda a la reingeniería social, va dejando pistas y finalmente, como señala reiteradamente uno de los personajes: «ya verás como llega un momento en que las piezas empiezan a encajar por sí solas, sin que fuerces las cosas».

El predominio de mujeres es otra constante en las novelas de Clara Sánchez. No retrata heroínas, sino mujeres corrientes, una más entre la multitud, pero que diseccionándolas esconden vidas marcadas por secretos familiares, por traumas o por circunstancias personales: «como si el aire en un segundo arrancara miles de hojas». Una cartera, una foto, unas cuantas mentiras, la manipulación, las decisiones vitales difíciles e imprescindibles, conforman un conjunto de cuadros, donde los personajes van avanzando a tientas hacia un final que, lejos de ser gratificante, es inquietante y peligroso.