Aceptar que somos pobres
l. Petros Márkaris publica ‘Liquidación final’, otra entrega de la saga protagonizada por el comisario Kostas Jaritos, con la crisis de telón de fondo. Liquidación final Petros Márkaris Tusquets Editores. Colección Andanzas. 344 páginas. 19 euros.
Habla con vehemencia Petros Márkaris de la crisis, del caos que vive su país, Grecia, una situación demoledora y que parece no tener fin, y de la pobreza en la que viven ya millones de griegos, una pobreza que, en su opinión, no se podrá combatir con éxito «si antes no aceptamos que somos pobres».
«El problema de los griegos es que, a pesar de lo vivido en estos años de penurias y recortes sin fin, todavía vivimos en un sueño, el de creer que somos ricos. Una riqueza que -insiste el escritor griego nacido en Estambul en 1937- es virtual, ficticia, irreal». Márkaris acaba de publicar Liquidación final ( Tusquets Editores), otra entrega de la saga protagonizada por el comisario Kostas Jaritos, ese policía experimentado, capaz, socarrón, malhumorado, «lento, anticuado e insoportable», como él mismo se reconoce, que ha dado a su creador fama mundial y le ha convertido en un superventas, y especialmente en un país: Alemania. Un libro que es el segundo de una trilogía sobre la crisis en la que Márkaris lleva trabajando varios años. «Cuando anuncié el proyecto -relata- una periodista me preguntó si realmente iba a poder escribir tres libros, si la crisis iba a durar tanto. Mi respuesta es que se sintiera contenta si sólo duraba para tres libros».
Coincidiendo con la llegada de Liquidación final a las librerías españolas, Petros Márkaris trabaja en el último capítulo del volumen con el que, en teoría, debería cerrar su trilogía. Y dice «en teoría» porque todavía no tiene claro qué hacer: si dar por concluido el proyecto, si escribir un cuarto libro a modo de epílogo o bien «dar comienzo a una nueva trilogía», comenta con sorna, «porque va para largo» (la crisis).
Si en Con el agua al cuello, título con el que Márkaris arrancó su trilogía, las víctimas de los asesinatos que Jaritos tiene que investigar son banqueros y financieros, ahora son ciudadanos que o bien no cumplen con sus obligaciones con la Hacienda griega o bien se han valido de sus «contactos» con el poder político para hacer negocios poco transparentes.
Cuatro víctimas de un Recaudador Nacional, como el asesino se autoproclama, que trae en jaque a la policía y a un gobierno heleno puesto en ridículo por quien, incluso, se permite el lujo de hacerle chantaje. Un asesino que es visto por una parte de la ciudadanía griega como una especie de Robin Hoood que logra lo que no logran los políticos: que paguen impuestos los que más tienen. Una historia que Petros Márkaris, periodista, escritor, autor teatral y guionista en varias películas del cineasta griego Theo Angelopoulos, entre otras muchas ocupaciones, no se explica cómo no ha ocurrido en la vida real, dada la gravedad de la situación y el enfado de la gente. Y que confía no ocurra. De ahí que haya incluido en las tapas del libro una advertencia: «Se desaconseja -escribe y cita con una sonrisa socarrona- imitar los hechos narrados en esta novela». La historia que en ella se cuenta ocurre en Grecia, en una ciudad, Atenas, paralizada por las huelgas y las protestas, pero «bien podría ocurrir en España, Grecia o Italia», otros tres países golpeados por la crisis.