Cerrar

Viaje por el País de las Mentiras

el secreto del huevo azul Catalina González Vilar Ilustr.: Tomás Hijo. Ed. SM, Madrid, 2012. 160 páginas. Premio El Barco de Vapor 2012. Lectores entre 8 y 10 años.

Publicado por
alfonso garcía
León

Creado:

Actualizado:

Hay libros que se graban en la memoria por múltiples razones. Por la belleza del texto, una hermosa combinación moderna de corte clásico, por la atractiva disposición del formato con increíble intensidad de color en las páginas –de diversa disposición gráfica, muy entretenida- y las ilustraciones, originales y jugando un papel notable en la disposición y desarrollo de la historia.

La historia nos sitúa en Palacio con motivo del cumpleaños de la reina: el rey, sus hijos –menos Rolav- y los invitados irían a las montañas a cazar dos misteriosos tigres para regalar a la soberana.

El príncipe Rolav se levantó para despedir a los cazadores. Su madre le confió el cuidado de la jaula con un huevo azul durante su ausencia. El caso es que, descuidado, el huevo se abrió sin saber qué había nacido de él. Al preguntarle, mintió: una lagartija azul.

Para intentar solucionar esta difícil situación, recurrió a Noisuli, el mago de Palacio. Y hubo de viajar al País de las Mentiras, donde, curiosamente, nadie las dice.

Comenzó un viaje lleno de fascinación por este país, referencia que se convierte en buena medida en el eje central de la lectura.

Allí vio al tigre blanco, herido, y no una, sino una plaga de lagartijas, multiplicada por el efecto de su mentira. Comenzó su caza –las lagartijas eran de «las más diversas formas y tamaños»- y cuando encontró la que buscaba, sintió una aguda tristeza porque así «había llegado el momento de abandonar el País de las Mentiras».

Pero algo raro ocurrió y las cosas discurrieron con nuevas y deslumbrantes sorpresas. La situación no hizo más que complicarse y da un lugar a un final verdaderamente sorprendente.

La lectura se fortalece de forma permanente por la presencia de una imaginación portentosa, por la abundancia de diálogos, atractivos, y por la ágil naturalidad con que se cuenta la historia.