Diario de León

Mi reino por una historia

l. Ignorados y desconocidos, los reyes leoneses han sido rescatados del olvido por la literatura. Don Quijote se volvió loco por leer novelas de caballería. El género vive ahora una nueva época dorada, bajo el disfraz de novela histórica. Los reyes leoneses, injustamente ignorados o maltratados por la historia, han sido rescatados del olvido por la literatura...

Recreación de la coronación como emperador del rey Alfonso VII de León

Recreación de la coronación como emperador del rey Alfonso VII de León

León

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León tiene una historia fascinante que ha inspirado a decenas de escritores. Desde García I hasta Alfonso IX, la estirpe de los reyes leoneses ha sido ampliamente inmortalizada por la literatura. Algunos monarcas como Alfonso IX, como dice el que fuera director general del Libro, el leonés Rogelio Blanco, han sido maltratados por la historia y la literatura. Caso contrario de Alfonso X, que ni era tan sabio ni tan magnífico como han loado muchos autores.

Curiosamente, fue Francia quien descubrió el encanto de la corte leonesa cuatro siglos después de que el glorioso Reino de León fuera ya sólo una sombra del pasado. En 1669 la condesa de La Fayette publica Zaide, histoire espagnole. En plena corte del Rey Sol esta atrevida mujer, de nombre Marie-Madeleine, que escribe bajo el seudónimo de Segrais, sienta las bases de la novela histórica con un relato amoroso que recrea el León del siglo X.

El escritor extremeño Jesús Sánchez Adalid, uno de los más venden en este país, regresa al León del siglo X en su última novela, El camino mozárabe, donde evoca el Reino de León de la batalla de Simancas, cuando Ramiro II vence a los ejércitos de Abderramán III e inicia la gran reconquista. «Éste es el momento clave en la historia del Reino de León. No lo hay más importante». Así presenta Sánchez Adalid el argumento de una novela que pone el punto de mira en el momento en el que León cobra entidad a los ojos de las cortes europeas.

Sánchez Adalid juzga «interesantísima» la figura de Ramiro II y cree que este monarca no es conocido por el gran público «porque no ha pasado a la literatura», al contrario de lo que ha ocurrido en el mundo británico, pese a que su historia «es mucho más gris y lineal», sin esa tan sugerente sucesión de invasiones y mezcla de pueblos y religiones que caracteriza la historia española.

Un escritor en la corte

No era la primera vez que Sánchez Adalid visitaba la corte leonesa. Ya se había adentrado en ella en El alma de la ciudad, en el reinado de Alfonso VIII, cuando un peregrino camino de Santiago recuerda su azarosa vida, cuando vivió en la ciudad de Ávila y asistió a la fundación de la ciudad de Ambrosía, la actual Plasencia.

El historiador astorgano J.F. Chimeno es otro de los escritores que ha contribuido a sacar del olvido a los monarcas leoneses. Autor de una trilogía que arranca con Mateo, el arquitecto del rey , a la que sigue Pedro de Dio s, acaba de publicar El maestro de la luz , donde relata cómo el rey Alfonso X el Sabio, obsesionado con convertirse en emperador, desea demostrar la grandeza de su reino y, para ello, decide revitalizar la construcción de la Catedral de León.

Tras la publicación de varios libros sobre la historia de León, Joaquín Cuevas se ha pasado al cómic. Su idea es contar en viñetas la historia ‘tan desconocida’ de los reyes leoneses.

Alfonso IX también sedujo al zamorano Carlos Cabañas, finalista del premio Fernando Lara de novela con Hasta que llegue la noche, protagonizada por Pedro Arias de Omaña, un personaje ficticio -aunque su nombre aparece en documentos de la época- cuya azarosa vida sirve de hilo conductor para narrar unos hechos muy brillantes pero poco conocidos de la historia de nuestro país, entre fines del siglo XII y principios del XIII: las primeras Cortes de Europa y la apertura de ideas, además de la conquista de Extremadura, en una época de inusitado esplendor para los territorios de la corona leonesa.

José Luis Corral, otro de los ‘pesos pesados’ de la novela histórica, también aborda la construcción de la Catedral de León en El número de dios -título que hace alusión a las medidas perfectas de los templos góticos- y en El enigma de las catedrales.

Alfonso IV, Ramiro II, Ordoño III y Sancho I desfilan por El viaje de la reina, de Ángeles Irisarri, centrada en la reina Toda Aznar, a la que obligan a casarse con Abd Allá, abuelo de Abd-al-Rahman III.

Cuando Ordoño el Jorobado, en alianza con el conde Fernán González y otros nobles, destrona a su nieto Sancho -por gordo-, Toda pide auxilio a su sobrino el califa quien invita a Toda, a su hijo García y al nieto destronado Sancho a Córdoba. Allí Sancho es sometido a un régimen severo y recobra su figura y el trono de León.

Ara Antón fusiona sus libros El velo y La única puerta en El Reino del León , donde la escritora se adentra en los reinados de Fernando I y su hijo Alfonso VI, en los convulsos siglos XI y XII.

El olor de las especias, del medievalista Alfonso Mateo Sagasta, es un apasionante thriller. La historia, ambientada en la época de Sancho I El Craso, arranca cuando un grupo de caballeros de Castilla dan muerte a un conde leonés como venganza de un robo y han de huir de sus tierras. Su peregrinaje les llevará a Córdoba, donde serán víctimas de una complicada conspiración en la que ellos son, sin saberlo, meros títeres.

Un rey fascinante

Las torres de Sancho, de Toti Martínez de Lezea, rescata a un personaje tan fascinante como poco conocido de nuestra historia: el rey Sancho III el Mayor, que gobernó durante 31 años la mayor parte del territorio cristiano de la Península. Partiendo de su coronación en 1004, Toti Martínez de Lezea sitúa al lector en un escenario político y social en plena ebullición, desde las intrigas de la Iglesia para controlar el Camino de Santiago, a los albores del arte románico y la turbulenta vida amorosa del rey.

La soledad de Urraca

La reina Urraca también tiene su ‘corte’ de escritores. La hija y sucesora de Alfonso VI desfila por las novelas de Lourdes Ortiz ( Urraca) , Ángeles Irisarri ( La reina Urraca ) y Francisco Navarro Villoslada ( Doña Urraca, la reina temeraria ), entre otros. Lourdes Ortiz aborda la soledad de la mujer en el poder. Es la propia reina de León y Castilla la que relata su vida desde su cautiverio. Urraca combatió durante veinte años contra su esposo Alfonso de Aragón, su hermana Teresa, los obispos y contra su propio hijo; tuvo dos esposos y numerosos amantes, entre ellos algún obispo, y llenó su vida de alianzas, traiciones y batallas. Irisarri cuenta página a página la apasionante historia de una reina que los historiadores han ignorado. Navarro Villoslada también teje la historia íntima de una de las personalidades más atractivas, conflictivas y poco conocidas de la historia de España.

En El encargo del rey el historiador leonés Ricardo Chao, autor también de Alfonso VI y su reino, se vale de fray Martino, un monje ficticio, a quien el rey Alfonso IX encarga la redacción de una crónica general, para contar de forma amena la historia del Reino de León.

El escritor leonés José Alberto Lozano arranca Mi tierra con el ataque de Almanzor a León y Sahagún en el año 988. Los protagonistas, en esta ocasión, son los miembros de una familia de campesinos que viven cerca de Sahagún.

El también leonés José Pedro Pedreira utiliza la primera persona en Alfonso VI: vida pública y privada, una novela que arranca en los últimos días del monarca en Toledo. El rey recuerda su azarosa vida, su entronización como Rey de León, Asturias, Galicia, Castilla... la toma de Toledo, la expansión de su reino a la muerte del rey de Navarra, sus turbulentas relaciones con el papa Gregorio VII y hasta sus relaciones con sus cinco esposas.

La construcción de un reino, las batallas, las traiciones, los secretos de alcoba, las primeras Cortes... Es la historia fascinante de León, una historia que supera a la mejor ficción...

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