‘Rayuela’ alcanza el medio siglo
l. La efeméride sirve de aperitivo al ‘Año Cortázar’ que llegará en 2014 . Adelina Dematti, antigua alumna de Cortázar, le recuerda cOmo aquel «profesor diferente» que hablaba «del «otro lado de las historias». a partir de ahora, los homenajes se multiplican
La celebración del cincuenta aniversario de la publicación de Rayuela ha servido de pistoletazo de salida para que Argentina comience un año de conmemoración de la vida y la obra de Julio Cortázar, que el próximo año 2014 hubiera cumplido cien años.
El programa de actividades del centenario del nacimiento del autor se engloba bajo el nombre Año Cortázar 2014 y fue inaugurado en un acto en la sede de la televisión pública con la presencia de numerosas autoridades del mundo de la cultura. Argentina se volcará con este aniversario, que será también el de las tres décadas de la muerte del escritor, a través de exposiciones, jornadas internacionales de literatura, un concurso de guiones y videojuegos y la edición de un libro de historietas, entre otras propuestas. También se inaugurará un centro cultural permanente en Chivilcoy, localidad bonaerense donde Cortázar trabajó como profesor durante cinco años.
La elección del pasado 28 de junio como fecha de apertura del Año Cortázar 2014 no fue casual: tal día como ese hace 50 años la editorial Sudamericana publicaba la primera edición de Rayuela , la que es, probablemente, la obra más insigne del escritor. Dijo Cortázar al terminar de escribir Rayuela que con su escritura había «roto tal cantidad de diques» y se había «hecho pedazos» a sí mismo de tantas maneras que no le hubiese importado haber muerto en aquel momento.
Rayuela es un punto fundamental en la obra de Cortázar, una ‘antinovela’ que revolucionó las letras hispanoamericanas y forma parte de ese boom de escritores que poco a poco dejaron de ser solo un segundo plato en el imaginario literario de las sociedades latinoamericanas para convertirse en grandes exponentes del mundo de la cultura en general. « Rayuela significa la apertura de una narrativa latinoamericana, significa el inicio de la búsqueda de un lenguaje propio y significa también, como dijo el propio Cortázar, el nacimiento de un nuevo lector en el continente que empezó a buscar autores propios y lenguajes propios», dijo en la inauguración Rodolfo Hamawi, director nacional de Industrias Culturales.
No fue, sin embargo, Argentina la que vio brotar Rayuela de la pluma de Julio Cortázar: el escritor abandonó su país natal en los años 50 para mudarse a París, decisión no pocas veces criticada. Pero conocedores de su obra, como el director de la Biblioteca Nacional y también escritor Horacio González, aseguran que su marcha fue una forma más de reflexionar sobre Argentina y Latinoamérica. «Nunca dijo que no estuviera pensando en Argentina o en Latinoamérica», aseguró González, «lo estaba haciendo desde otro sitio». El 50 cumpleaños de Rayuela contó también con el testimonio de Adelina Dematti, madre de Plaza de Mayo y antigua alumna de Cortázar en Chilvicoy, a quien recordó cómo «ese profesor diferente» que hablaba a sus alumnos de «otra parte de las historias».
También aportó su grano de arena la viuda de Cortázar, Aurora Bernárdez, en forma de carta enviada desde Barcelona, donde reside, que fue leída en la inauguración del programa. En ella, Aurora Bernárdez aseguró que «aunque a Julio no le gustaban demasiado los aniversarios y las celebraciones que reunían a más de cuatro personas entorno suyo, estoy convencida de que en este caso su reacción sería bien distinta».
Una de las primeras actividades es la muestra que podrá visitarse hasta el 10 de julio y donde se han reunido más de treinta primeras ediciones de libros del autor que forman parte de los fondos de la Biblioteca Nacional, así como bocetos, dibujos y el famoso retrato tomado por la fotógrafa Sara Facio.