Loles León invita a cocinar con humor

Loles León pone la misma energía en el escenario que en los fogones. La actriz, a quien le gusta tanto comer como cocinar, comparte en un libro sus recetas «de ama de casa» con un ingrediente común, «el humor», que considera muy necesario en estos tiempos.

«Cocinando con Loles» (Aguilar) tiene su banda sonora, La canción del cocimambo , con letra y música de Roger Álvarez, que, como otros contenidos audiovisuales se puede descargar con códigos QR, además de casi un centenar de recetas «rápidas y baratas» como los huevos rellenos, las garbanzos con chipirones, el lomo de cerdo relleno de jamón y cuatro quesos y la crema de limón con nata. Loles León no se define como cocinera, sino como «ama de casa» que disfruta cocinando para sus amigos y su familia. Entre sus platos favoritos, el conejo de la Loles, que tiene un toque muy suyo y que propone «hacer para la pareja un viernes por la noche», dice en una entrevista. La actriz ya compartía sus vídeo-recetas en su web (lolesleon.com), que le llevó a participar en el concurso de cocina televisivo Master Chef . A raíz de esa intervención la editorial le propuso el libro, en el que sólo pidió «que no fuera al uso», que tuviera su «toque personal», con fotografías y comentarios divertidos y que prologa su amigo Boris Izaguirre.

También con táper

La actriz, que ahora recurre «mucho» al táper cuando cocina para su hijo, su nuera y su nieto, enseña «a cocinar con lo que tengas a mano». «Si unas verduras se te van a poner pochas, haz un pisto. Congélalo y ya lo tienes a mano para añadirlo a un poco de carne o de pescado», ejemplifica. León ha sido vegetariana «cuando era hippy», macrobiótica «cuando era budista» y ha hecho todo tipo de dietas —«de sólo comer proteínas, de no comer granos, de eliminar los lácteos...»— a veces porque lo imponía el momento y otras porque se siente mejor cuando está «más delgadita». «Aunque yo siempre he sido muy jamona, voluptuosa», agrega.

Nacida en la Barceloneta y afincada en Madrid, la actriz cree que Barcelona es la ciudad ideal para comer, detesta la anguila y la lengua y admira a muchos cocineros españoles, pero especialmente a Juan Mari Arzak, Ferran Adrià y Carlos Arguiñado, «porque cocina para la familia con mucho arte». Amante de reunir a familia y amigos en la mesa, nunca invitaría a alguien que le haya «hecho daño o traicionado» y tiene una receta «muy clara» para resolver la crisis que afecta a la cultura: «Bajar el IVA que no quiere reducir (Mariano) Rajoy».

Especiales recuerdos —«a fresco, a verano, porque me lo comía y luego me bajaba a la playa»— le trae el atún con tomate que de su madre, a quien dedica el libro y recuerda «en medio de unos grandes fogones y rodeada de cinco o seis cazuelas. Siempre preparando comidas».

Opina que en España «normalmente se come muy bien», aunque «ahora se hayan reducido las posibilidades porque no hay dinero», y cree que el boom que vive la gastronomía en televisión se produce «porque tenemos un poco de miedo a dejar de comer, lo único de lo que no se puede prescindir». «En este momento vivimos en un país triste y hay que echar mano del humor para, si puedes, porque hay gente que no puede, meter una sonrisa en el día aunque sólo sea en el pensamiento. Aunque si es en el corazón, mejor, porque se bombea más», dice la actriz... y cocinera.