«Aquí me siento como una estrella de rock»

S u última novela es la novena de la exitosa saga de Los crímenes de Fjällbacka y, según su autora, Camilla Lackberg, la «más oscura y perversa», una propuesta con la que ha pasado por la Feria del Libro de Madrid para encontrarse con sus lectores en España, el único país donde dice sentirse como una estrella de rock.

«Cada vez que vengo a España es una locura más grande», asegura en una entrevista con Efe la sueca Lackberg, la autora de novela negra más leída de Europa con más de 15 millones de ejemplares vendidos, que asegura que es este país, tras Suecia, donde tiene seguidores «más dedicados» a esta serie desde hace 12 años.

Nacida en 1974 en Fjällbacka, Lackberg publicó en 2003 su primera novela, La princesa de hielo , ambientada en esa localidad costera sueca en la que creció.

Un exitoso debut al que siguieron otros ocho libros protagonizados por la escritora Erica Falck y su marido, el comisario Patrick Hedström, una pareja que se ha enfrentado ya a numerosos enigmas policíacos desde ese pequeño pueblo de pescadores, que en invierno no sobrepasa los mil habitantes.

El domador de leones , publicada por Maeva, es para su autora la más «perversa» de toda la serie, una novela que refleja hasta dónde puede llegar la maldad del ser humano, y se alegra de haber podido sorprender de nuevo a sus lectores con la trama.

La novela comienza cuando una joven medio desnuda en medio del frío polar es atropellada por un coche. Desaparecida cuatro meses antes en el camino hacia su casa, su cuerpo tiene marcas de atrocidades terribles, y es posible que no sea la única víctima de su agresor.

Simultáneamente, Erica Falck, convertida en una escritora de éxito, investiga una vieja tragedia familiar que acabó con la muerte de un hombre y visita en la cárcel a la esposa, que fue acusada y condenada por el asesinato, aunque el caso nunca se terminó de aclarar. «En mis libros lidio con mis propios miedos», explica Lackberg, que asegura que, conforme sus hijos van creciendo, se empieza a enfrentar a los temores de los padres de adolescentes, víctimas vulnerables de esta última novela, porque no perciben el peligro.

A pesar de las terribles lesiones que sufre la víctima, que aparece sin ojos, sin lengua y con los oídos perforados, la escritora está convencida de que esta novela puede ser leída por los jóvenes: «No podemos protegerlos de cosas que sí ven por la televisión o en las noticias», dice Lackberg.

Para documentarse para sus novelas, Lackberg ha leído mucho sobre psicópatas, que suponen el 1,5 por ciento de la población, personas que tienen una total ausencia de empatía con otros sujetos. Aunque muchos de ellos aprenden cómo comportarse, «hay personas que sienten felicidad por hacer el mal». Pero más allá de estos sujetos, la sueca cree que todas las personas son capaces de matar: «Hay varios niveles; por ejemplo, si amenazaran la vida da mis hijos, yo podría hacerlo. Ese es mi nivel, otros lo pueden hacer por dinero, por venganza...».

La violencia de género es otro de los temas que suelen estar presentes en las novelas de Camilla Lackberg, que reaparece en esta nueva entrega: «Me afecta profundamente que se dañe a quien se supone que debes querer y cuidar».

Por el contrario, la pareja que forman sus protagonistas, que dice que se han convertido en sus «mejores amigos» a lo largo de estos años, es «muy segura y afectuosa».

Ya con tres hijos, al igual que su creadora, a Erica Falck y a Patrick Hedström les queda vida por delante, por lo menos la del décimo libro de la saga que Camilla Lackberg dice que ya tiene en la cabeza.