Millás entra en el armario
l El escritor publica ‘Desde la sombra’, su novela más política. Juan josé millás mezcla amor, fantasmas y crítica social en ‘Desde la sombra’, su novela «más política». Convertido en un ‘voyeur’, sostiene que sólo se puede escribir «desde la extrañeza»
U n armario simboliza el útero materno, un ataúd, un refugio o el subconsciente. Es el escondite del monstruo y un artefacto más que seductor». Palabra de Juan José Millás (Valencia 1946) que mete literalmente en un armario al protagonista de su nueva novela, Desde la sombra (Seix Barral). Admite que es una novela «muy Millás» y acaso «la mas personal» que haya escrito. También que es su novela «más política, sin dejar de ser una historia de amor». Escrita en el más puro estilo del inquietante narrador, diluye de nuevo las fronteras entre la realidad y la ficción. Desde otra dimensión, observa la realidad como «un voyeur» que explora «la terrorífica geografía política y económica en la que vivimos».
«Todas las historias de amor son historias de fantasmas» advierte la cita de David Foster Wallace que abre esta ficción que llevaba varias décadas revoloteando en el magín del narrador valenciano. Casi desde su infancia, cuando «el imponente armario de tres cuerpos con espejo de la casa familiar me impresionaba y atraía tanto con el hueco de debajo la cama». «Como ya dediqué una novela a ese intrigante espacio debajo la cama e imaginé una fallida colección de cuentos de mundos conectados a través armarios, me faltaba la novela del armario. Y aquí está», ironiza Millás. «Es la novela que no escribía mientras escribía todas las otras», dice.
La protagoniza Damián, un ser confuso y neurótico que acaba de perder su trabajo tras 25 años en las misma empresa. Tras hurtar un pisacorbatas, se esconderá a en un vetusto armario de un mercadillo huyendo de un guardia jurado. Con él dentro, el armatoste de madera de roble acabará en la habitación de Lucía y Fede, un matrimonio convencional con una vida corriente. Damián seguirá en el armario como si fuera parte del mueble y enrarecerá la vida de sus ignorantes ‘anfitriones’.
Dese el fondo del armario, reconfortado con su secreto refugio, escrutará la vida de los otros, como el narrador hace con sus personajes. «El escritor es un ‘voyeur’, un mirón que observa desde donde no se le ve y trata de adoptar puntos de vista originales» justifica Millás su punto de vista y el de su complejo e hilarante personaje. Está convencido de que «escribir es mirar la realidad a través del ojo de la cerradura sin sentir que formas parte de ella».
DEL MONÓLOGO AL DIÁLOGO
«Se diría que es una novela fantástica o de misterio, pero es la novela más política que he escrito», asegura Millás. Lo justifica en «sus alusiones a un mundo donde los sistemas de comunicación no hacen otra cosa que incomunicarnos y donde los vínculos sociales y afectivos se diluyen». La novela recorre también «esa terrorífica geografía política y económica en la que vivimos».
«Me gusta Kafka y me interesa Joyce», explica Millás para aclarar cómo ambos genios de la literatura tienen algo que ver con esta novela en la que da una vuelta de tuerca al ‘joyceano’ monólogo interior para inventar el ‘diálogo interior’. Hace así que su protagonista se autoentreviste a través de delirantes presentadores de televisión, algunos tan reales como el mismísimo Iñaki Gabilondo, compañero de aventuras radiofónicas de Millás y «contrapunto al periodismo de la fama basura» en el relato.
Recuerda el escritor que la distancia entre el confortable útero de una embarazada y la dolorosa e hiriente realidad «es de unos centímetros», y que algo parecido le pasa a su personaje.
«Dentro de un armario estás en otro plano de la realidad, pero la tienes a tu alcance» dice un escritor que lleva toda su vida fabulando «en busca de otra dimensión» y que reconoce que el motor de su escritura es «la extrañeza de la realidad». «Sin esa extrañeza, sin es mala relación con el mundo, no hay escritura. Se escribe y se lee siempre desde el conflicto, porque hay algo que no se entiende. Escribir desde el bienestar o la certeza carece de sentido», asegura.
De ahí que su género favorito sean esos «arti-cuentos» en los mezcla realidad y ficción «aunque cuando la realidad se pone pelma y es muy agresiva hay que escribir sobre Rajoy, por más que no ta apetezca», concede.
Asegura que Desde la sombra «es una historia de amor muy intensa, en la medida en que tiene connotaciones incestuosas y se refiere e un amor intenso e incondicional», explica sobre las claves de una ficción que rezuma humor sulfúrico y de final muy sorprendente. «Todas las historias de amor son de fantasmas, porque ves en el otro lo que imaginas» resume el autor de ficciones como El desorden de tu nombre , La soledad era esto , El mundo o Dos mujeres en Praga por las que se hizo merecedor de galardones como el Planeta, el Primavera o el Nacional de Narrativa.
Los papeles de Panamá
El efecto de los ‘papeles de Panamá’ «ha sido demoledor» para creadores como Pedro Almodóvar, pero no tanto para Marío Vargas Llosa, penúltimo implicado en el escándalo «y que seguro que está a favor de los paraísos fiscales». Así lo cree Juan José Millás, que mientras presentaba su nueva novela tuvo noticia de la presunta implicación del Nobel en dudosa prácticas societarias. El escritor peruano-español «fue accionista» durante un mes de una sociedad ‘offshore’ radicada en las Islas Vírgenes Británicas de la que se desvinculó antes de ganar el Nobel, según aseguró El Confidencial.
«Los deportista son los héroes de los niños y cuando hacen cosas poco edificantes causan un enorme daño. Lo mismo ocurre con los intelectuales y creadores, escritores o directores de cine que son referentes morales para millones de personas y que hay cosas que no deben hacer, sobre todo cuando van en contra de lo que predican», arguye Millás.
«Son figuras públicas que nos gustaría que llevaran una vida que, además de ajustarse a la legalidad, se ajustara a ciertas cuestiones de orden moral», concluyó.