Una novela de misterio y aventura

V causa del trabajo de mi madre, íbamos de una ciudad a otra constantemente, lo cual era un verdadero rollo. No me daba tiempo a hacer amigos, no me daba tiempo a conocer a la gente y los sitios, y lo que es peor: siempre, en todas partes, era el nuevo». Vicente Friman, un chico de once años, es nuevo otra vez en el barrio y el colegio, donde «una peligrosa banda de adolescentes delincuentes», Los Apaches, «sembraban el terror», aterrorizan a todo el mundo y enseguida la toman con él. Pero se encontró con Bárbara, «una de esas personas que te hacen sentir muy especial»: era la ‘jefa’ de un grupo secreto, Los Protectores, para ayudar a los menores con problemas: le piden que se infiltre en Los Apaches, que lo someten a distintas pruebas. Todos quieren algo de Vicente, aunque él no sabe muy bien qué es. Pero sí podrá demostrar quién es.

Estamos ante una novela de misterio y aventuras que, por otra parte, no dejará indiferente a nadie porque en ella se encierran no pocas preguntas, sobre la identidad y los temores, sobre la preocupación que genera el tema de las bandas, enfrentadas en este y otros casos también a adultos enfurecidos, «una mezcla explosiva». Nada de extraño tiene, por tanto, el hecho de la puesta en escena de valores y, en algunos casos, la crítica solapada y la presencia del humor. Siempre apoyándose en la frase breve, muy descriptiva en la mayoría de los casos, cargada siempre de sentido en la evolución del proceso narrativo, con un lenguaje directo, diáfano y preciso. Con estos apoyos marca un ritmo excelente en la novela, la razón de la atracción lectora.

Hay que subrayar que se trata también de una edición exquisita, en la que, por supuesto, juegan un papel importante las ilustraciones, llenas de color, sugerentes y perfectamente engarzadas en la atmósfera narrativa. La rigurosa apuesta de El Barco de Vapor, con la creación de este premio ya en 1978, sigue siendo garantía de buenas lecturas.