«Una generación de vencidos»

A madeo llega desde España, donde ha vivido exiliado durante dieciséis años, a su ciudad natal, La Habana. El regreso inesperado y definitivo a la patria (Ítaca) sorprende a sus amigos, que, con tal motivo, se reúnen en una azotea de la ciudad, con vistas al Malecón, en la que, en torno a unos tragos y picoteos, se van desgranando alegrías, penas, actitudes que se echan en cara, tensiones, contrastes, puntos de vista, aspiraciones, culpas —«Ya no jodan más con las cabronas culpas (dice uno de los personajes). Nadie tiene la culpa de nada…»—, las historias de cada uno, y también la falta de futuro y la decepción del presente. «Lo que empieza siendo una velada festiva en la que se recuerdan entre risas historias y melodías de su juventud, se convierte, a medida que avanza la noche, en un encuentro catártico hasta el estremecimiento».

En realidad, la publicación responde básicamente al guión de la película, dirigida por el francés Laurent Cantet, que se convierte en un verdadero retrato de la Cuba actual, de La Habana de 2010, fundamentalmente inspirada en La novela de mi vida , uno de los títulos más emblemáticos de la novelística de Padura, que, sin ninguna acotación, da una visión más literaria y agiliza así la lectura. Sin embargo, las distintas secuencias que conforman el libro nos muestran el proceso, muy interesante, tanto por parte del escritor como del director, desde el nacimiento de la idea hasta la finalización del rodaje, con reflexiones y anotaciones muy jugosas.

Nadie va a descubrir ahora a Padura y sus bondades literarias, que se convierten en una de las muestras más atractivas del actual panorama en lengua española y, sin duda, en el más significativo autor de la rica narrativa del presente cubano. Permítanme subrayar, además del inmenso valor argumental de la obra, la precisión del lenguaje, puntilloso y acerado, rico siempre y estimulante, con diálogos intensos y llenos? de matices.