Halloween, desde el siglo VI

E spaña es una vieja nación europea donde, como en todo el continente, las supersticiones, las historias y las leyendas ocupan un lugar preponderante en la vida de sus pueblos y ciudades y de las gentes de esta vieja piel de toro». Con este espíritu y premisas hacen un recorrido muy interesante por algunas de estas manifestaciones, llenas de símbolos y enigmas, un buen ramillete de los cuales se analizan. No faltan, sobre todo, referencias más desarrolladas, como son la Mafia española, conocida en el Siglo de Oro como La Garduña, o la Santa Compaña, en que se habla «del anuncio de la muerte a través de una visión, una visión espectral y poderosa, que si se cruza en el camino de cualquiera de nosotros es el mensaje de que nuestra existencia, como seres de este mundo, se encuentra próxima a su fin». Con este mismo tono inquietante que se respira en las páginas de obra tan atractiva, el recorrido se extiende a Azrael, el ángel de la muerte, el menos popular y menos conocido del cristianismo, figura que en nuestra cultura «relacionaríamos con la idea de la Parca, el ser del más allá que indica al alma del fallecido que ha muerto». La cripta, por su parte, nos habla de la muerte y el más allá, que los autores concretan en la sociedad española del siglo XVII, estableciendo un análisis más detallado a través de la cripta de la Cofradía de San José de Cartagena, un foco de energía. Curiosa, en otro orden de cosas, la presencia del hombre lobo en España, cuyas primeras noticias datan de la época medieval.

El capítulo de más actualidad es el referido a Halloween. Atribuido su origen americano, «se encuentra muchísimo más cercana a España de lo que nosotros mismos podemos llegar a imaginar». Se trata de «una fiesta que se remonta a la época romana y que aquí en España, en Hispania, ya se celebraba en el siglo VI antes de Cristo».