«Los autores de este país no arriesgan»
l El novelista, que deplora el estilo «a lo Cercas», prosigue la saga de la jueza Mariana de Marco. EL ASESINO DESCONSOLADO José María Guelbenzu Destino, Barcelona, 2017. 336 páginas
J osé María Guelbenzu no ve mucho «sentido del riesgo» en los escritores españoles de la actualidad que apuestan por una literatura «que saben que va a funcionar», y asegura que la práctica de apelar a la memoria «a lo Cercas» (Javier Cercas) no le gusta «nada».
Guelbenzu (Madrid, 1944), que presentó esta semana, en un encuentro con periodistas, la nueva novela de su saga policíaca protagonizada por la juez Mariana de Marco, considera que en España la literatura sigue adscrita al realismo y se mantiene la tradición galdosiana que tampoco comparte porque, dijo, «para eso ya estaba Benito Pérez Galdós».
El asesino desconsolado , publicado por Destino, editorial que ha recuperado la serie completa de la juez en formato digital, es el título de la octava entrega protagonizada por Mariana de Marco, que espera cerrar «en un par de novelas más», aseguró.
Mariana de Marco es una mujer «leal, valerosa, irresponsable y razonablemente temeraria», señaló su creador quien explicó que ante todo ha intentado no enamorarse de su personaje para seguir escribiendo sobre ella.
Según Guelbenzu, más que la novela policíaca siempre le ha interesado su personaje, que nació en el año 2000 después de quedarse «atascado» en otro libro. La jueza, que en esta novela tiene 46 años, se enfrentará en esta ocasión a un caso en una peculiar comunidad de vecinos de la ciudad de G. relacionada con una réplica del que parece ser un cuadro del pintor impresionista Monet.
«Una gran intuición»
Una ciudad nunca nombrada más que con esa letra inicial aunque se puede reconocer en ella a Gijón, pero que Guelbenzu ha querido mantener así como una «licencia literaria» que le ha permitido «poner edificios y gente» donde le ha dado «la gana». Guelbenzu dota a su personaje de una gran intuición, un factor que cree muy importante para la novela policiaca clásica, donde lo importante «no es encontrar pruebas físicas sino que la lógica deductiva guíe sus pasos hacia la verdad». «Prefiero ser capaz de deducir más que un CSI que encuentre un pelo en el baño», indicó el escritor, quien también recalcó que la deducción «tiene un valor literario más alto».
Pero también destacó el papel de la novela policíaca sobre el género negro, en el que «solo se requiere un psicópata, que es lo más agradecido para un escritor, porque no tiene que explicar nada y cualquier cosa que haga está justificada», dijo.
Mientras, agregó, la novela policiaca tiene una trama más compleja al establecerse un «duelo de inteligencia» entre el asesino y el investigador, algo que es «más complicado de escribir».
Guelbenzu ha compaginado la escritura de esta saga policiaca con otro tipo de novelas: «He ido siempre con una de cal y otra de arena», aseguró el veterano autor que, no obstante, anunció que tras El asesino desconsolado sacará seguida otra obra dedicada a Mariana de Marco.
Se debe, dijo el padre de Los asesinos lo quieren todo , a que se encuentra escribiendo otra novela «más ambiciosa», que está a medias y, como cree que le va a llevar mucho tiempo, ya se ha puesto con la novena de la serie policíaca, en la que será fundamental la relación de la jueza con su pareja, un periodista free lance .