Suspense y comedia con Capestan
l La escritora francesa Sophie Henaff publica ‘Aviso de muerte’. Filandó n Alfaguara presenta la segunda parte de ‘la brigada de Anne capestan’, la novela que devolvió a los novelistas del sur de europa el rango de grandes escritores de novela negra
I ntroducir gotas de humor en una novela negra implica un riesgo que no todos los autores superan con éxito. Pero Sophie Henaff ha salido airosa del desafío con los casos de Anne Capestan, una comisaria de la Policía que lidera a un grupo de agentes estrafalarios. Hénaff publicó en 2015 la primera entrega de la serie, La brigada de Anne Capestan, que le dio premios y reconocimientos, como el Polar o el Arsène Lupin, y ahora vuelve a las librerías con la segunda parte, Aviso de muerte (Negra Alfaguara).
«Tengo mucho cuidado de no dejarme llevar por el humor. La prioridad es siempre la historia. De hecho, he escrito páginas y páginas con bromas que al final las he eliminado para no alargarme», explica la autora francesa. «Hay que mantener el equilibrio de manera natural», remacha la renovadora de un género, la novela negra con humor, «que había quedado desfasado desde hace décadas».
De alguna manera, Anne Capestan es el reflejo de la personalidad alegre de su creadora. Aunque la protagonista tiene un pasado oscuro, «siempre está sonriente y luminosa como un lucero». «Le encanta tener buena voluntad y coger los casos sin perjuicios y a la hora de liderar, no le gusta la autoridad mediante la fuerza, sino el acuerdo», explica Henaff, cuyo personaje trabaja con hombres «a los que no tiene nada que demostrar». «Pero es cierto que las mujeres deben ser mucho mejores que los hombres para conseguir los mismos logros laborales», denuncia la autora.
Sentido del humor
Humorista ella misma, lectora de libros de humor («cuando descubrí a Astérix fue la revolución») y periodista en Cosmopolitan («la más graciosa de las revistas femeninas»), escribir novela negra ha sido un «salto mortal divertido», bromea Henaff, que se identifica con un estilo ‘noir’ propio del Sur de Europa frente a la exitosa novela negra escandinava. «Sin duda, en los países mediterráneos el género es más cálido. De hecho, reconozco que me cuesta mucho leer novelas del Norte de Europa porque no me gusta su sordidez y no me dejan dormir», asegura. Y es que sorprende que una autora de thrillers reconozca que soporta «muy mal» la violencia. Entre sus referencias están Fred Vargas, Daniel Pennac o Daniel Silva, y también los superventas Elena Ferrante, Ken Follet, John Grisham o Stephen King. «Cuando descubro a un autor, me leo toda su obra y después paso a otro», revela.
Igual que el griego Petros Markaris, Henaff cree que la crisis económico que ha padecido la Europa mediterránea durante la última década ha sido territorio abonado para el éxito de la novela negra. Pero la llegada al poder en su país de Emmanuel Macron o la amenaza yihadista pueden seguir proporcionado argumentos para el ‘noir’. «Macron ha levantado su imagen sobre la buena voluntad, el optimismo. ¡Me ha copiado! Capestan también forja su carácter en el optimismo», ríe Henaff, que anuncia una tercera entrega de su investigadora, aunque actualmente escribe otro libro que no tiene que ver con la comisaria.
En Aviso de muerte , lejos de haber alcanzado la gloria tras la brillante e inesperada resolución de su primer caso, Capestan y su estrafalaria brigada son vistos como traidores por el resto de colegas. Siguen relegados en el rincón más oscuro de la policía judicial y matan el tiempo decorando el árbol de Navidad o jugando al billar. Solo Anne mantiene la fe en su valía.