Para cultivar sensaciones
versos de pájaros Carlos Reviejo Ilustraciones de Jesús Gabán. Ed. SM. 68 páginas.
P ocos motivos mejores pueden encontrarse, creo yo, que los pájaros para construir un relato, poético en este caso, que incite a la curiosidad y la lectura de los niños. Y de los adultos, claro está. Por estas páginas desfilan, o vuelan, una multitud variopinta: búhos, ocas, cigüeñas, lechuzas, abubillas, golondrinas, pico picapinos, cuervos, gallos, guacamayos, tucanes, aras, quetzales, mirlos, alondras, cóndores, petirrojos, grullas, cárabos, martín pescador, canarios, pavos....
A todos ellos, a cada uno de ellos dedica un poema el conocido y reconocido poeta abulense Carlos Reviejo. Poemas sencillos pero entrañables, muy cercanos, llenos de imaginación, gracia y simpatía. Añade a estos planteamientos un elemento que me parece esencial: rimas fundamentalmente sencillas y reiterativas, como corresponde teniendo en cuenta los destinatarios, de excelente sonoridad. Ambas cualidades se convierten en soporte de verdaderas y pequeñas historias para leer y contar, una forma hermosa de acercar el amor de los más pequeños por la poesía. Estoy diciendo, además y como añadidura, que el libro tiene la condición de útil en el aula: como lectura en voz alta, como aprendizaje para la declamación o como sustento de un recital colectivo que, bien preparado y ambientado, añadirá el carácter lúdico de ciertos aprendizajes.
Y es que también la poesía es una puerta abierta a la curiosidad y el conocimiento, aunque sea de forma indirecta. Si los pájaros y la poesía son razones de acercamiento, en el mismo nivel hay que situar las ilustraciones, una de las razones fundamentales del interés en que se mantiene y fortalece la literatura infantil en el contexto del libro. El ilustrador madrileño Jesús Gabán —dos veces premio Nacional de Ilustración— es uno de nuestros clásicos. Y en este caso, inunda a toda página, doble en algunas ocasiones, de color, contrastes y detalles llenos de sugerencias.