Por qué te sientes solo

E n Albolote (Granada) nació Antonio Carbajal, el poeta que tiene Tigres en el jardín . Como reconocimiento, el Ayuntamiento de su pueblo creó un premio con su nombre para jóvenes de veintitrés años o menos. Se viene concediendo desde hace ya algunos lustros. El último fue para el extremeño Francisco José Chamorro, con Liberalismo político , un texto original por inhabitual en poesía, desde el mismo título, más propio de una obra ensayística. Nada le atrae tanto a este recensor como el encuentro con una voz fresca y novedosa.

El título se basa, según nota inicial, en tres conferencias de John Rawls sobre el liberalismo político, tratando de responder a la cuestión de la convivencia de doctrinas profundamente enfrentadas, pero razonables, en un consensuado régimen constitucional. El hecho da la pauta organizativa del poemario de Chamorro en tres partes o conferencias tituladas Ideas fundamentales , Las facultades de los ciudadanos y su representación y Constructivismo político . No se piense, sin embargo, que el poeta, que estudió Filosofía en Sevilla, convierte la poesía en un ideario político o metafísico, porque lo que se respira en su obra es la vida acuciada por los afanes cotidianos.

El poeta Chamorro prescinde de las señas tradicionales del verso en favor de la expresión libérrima y de un lenguaje cercano y comunicativo, reflejando el transcurso vital de un sujeto semejante al autor, el cual, según leemos en la cubierta posterior, trabaja en las industrias de la carne y de camarero en el verano, algo que reflejan sus versos en distintas ocasiones, al igual que ofrece su número de DNI en un poema en el que reafirma su presencia: «Soy yo, amor, / soy el gran edificio desde el que se ven las grandes construcciones sentimentales».

Es el sujeto inmerso en el mundo de hoy: publicidad, viajes, compañías de bajo coste, hoteles, supermercados, youtube, wifi, whiskys, programas de televisión, gentes del espectáculo, de la política y la literatura... La ironía emerge de versos como estos: «Has invitado a todos, por qué a mí no, Pablo, / no lo entiendo, me gusta El Hormiguero » o «Nada hay tan solitario como el baño de un edificio universitario a las ocho de la tarde. Nada supera esa desolación».

Pero bajo la facundia verbal, el personaje de estos poemas es un sujeto que piensa y padece y que expresa tanto su soledad como las precariedades y preocupaciones propias de un joven del momento.