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Los perseguidores de la música literaria

l El jazz y el soul son los ejes de grandes novelas. sin la música no podrían entenderse las palabras. La historia de la literatura está llena de ejemplos y estos son algunos de los más significativos

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León

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E l jazz me enseñó cierta sensibilidad del swing , de ritmo en mi estilo de escribir. Para mí las frases tienen un swing como lo tienen los finales de mis cuentos...». La música y sus héroes han sido el gancho para algunas de las mejores obras de la literatura. El ejemplo más brillante de esta simbiosis entre la música de las palabras y los magos de la música es El perseguidor, el cuento con el que Julio Cortázar rinde tributo a Charlie Parker. Además de Cortázar, otros autores como Jack Kerouac y Leroi Jones también se han inspirado en la vida y obra de Charlie Parker.

En el año 1988, Clint Eastwood recibió el aplauso de la crítica gracias a Bird, la película sobre la vida de Parker. El cineasta, un apasionado de la música, y su guionista Oliansky encontraron las imágenes propicias para dar a la biografía de este músico el estilo de vida salvaje de un artista brillante en forma de película.

A este selecto grupo se ha unido la leonesa Noemí Sabugal con Una chica sin suerte, una novela atípica en la que los párrafos también suenen con el ritmo de Willie Mae ‘Big Mama’ Thornton, la cantante de blues a la que la autora hace tocar en uno de los momentos más decisivos de su vida.

También el japonés Haruki Murakami se sirve de la música como uno de los hilos conductores de su literatura. Hasta tal punto, que muchos de sus personajes se encarnan en la mente del lector a través de las obras que escuchan. En 1Q84, por ejemplo, también son protagonistas Louis Amstrong, Ella Fitzgerald, Antonio Vivaldi, Glen Gould y Leos Janacek. De hecho, la trilogía convirtió en todo un éxito en Japón la composición para orquesta Sinfonietta del músico checo.

El año pasado se cumplieron 59 años del lanzamiento de On the Road, del escritor Jack Kerouac, una novela ícono de la generación beat, en la que narra sus aventuras de viaje por Estados Unidos. Una de las características de este novela, que marcó un hito en la historia de la literatura norteamericana, es que consigue transportar al lector a la atmósfera de los locales en los que el jazz convertiía la atmósfera en un lugar real y diferente de todo lo que caracterizaba por entonces el país. La música es el hilo conductor del lenguaje, de una forma de escribir atropellada, onomatopéyica, canalla y sin reglas.

Tambiénc on estructura musical se escribió Sinfonía napoleónica, la novela de Anthony Burguess basada en la Heroica de Beethoven. Ambientado en la época napoleónica, en su corte y en su vida, Burgess construye un relato irónico, rebosante de humor, pero basado en un profundo conocimiento de la historia y en un insolente talento narrativo.

Nickolas Butler es el autor de Canciones de amor a quemarropa , una novela en la que la música parece convertirse también en un personaje más de la estructura argumental. ¿Y qué decir de Nick Hornby y su genial Alta Fidelidad ? La novela, que narra las tribulaciones de un ya no tan joven amante de los vinilos a punto de descubrir que su adolescencia pasó hace demasiados años, es también un tributo a las grandes bandas británicas de los años ochenta. Sin música, tampoco habría palabras...