León como fondo histórico

N i Joan Homs, ni su hermana Rosa, ni su sobrina Teresa Riu (ambas esposas de Simón Fernández) ni el mismo Simón, verán nunca la casa de Botines. Lo único que llega a conocer Simón son los planos del edificio». Estos y otros muchos personajes, vinculados directa o indirectamente al nacimiento y desarrollo de Botines —la casa de las cuatro torres—, el hermoso edificio que Gaudí construyera en la ciudad de León, conforman «varios capítulos de la historia de una capital de provincia de finales del siglo XIX y principios del siglo XX», tal como afirma Garnica Cortezo en un momento de la trama y que la lectura confirma de manera fehaciente. Las notas históricas con que se inicia cada capítulo ofrecen al lector el contexto necesario para entender cómo y por qué la ciudad se abre a la modernidad y cómo la saga que sustenta buena parte de tal empeño cierra su ciclo, en un final llamativo y sorprendente, en la cripta de la iglesia de San Claudio. Este esfuerzo y análisis de la documentación nos ofrece esta nueva mirada sobre un edificio que esconde razones fuera de lo puramente arquitectónico.

No se trata, por tanto, en este caso, de un libro más sobre Botines y Gaudí, sobre los que tanto se ha escrito. No sé si una novela histórica o una historia novelada, pero sí la narración de las relaciones personales y empresariales de toda una saga que marcó el espíritu de una época en León. Y esto es lo primero que subrayo como lector: la capacidad que ha tenido el autor para integrar muy bien el escenario histórico al relato novelesco. Un buen descubrimiento que me ha producido personalmente un grato sabor y llevado a la lectura sin interrupción. Lectura fácil y agradable no solo por los entresijos de la trama, que también, sino por la naturalidad y cercanía con que los cuenta. De agradecer.?