Poemas de mar y viento

L a poesía infantil y juvenil sobrevive en España de forma testimonial gracias a algunos premios —ciertas iniciativas editoriales recientes permiten sospechar mayor atención y difusión— y un puñado de escritores que mantienen la llama encendida, por la calidad y empeño vocacional. En esta línea hay que entender y situar estos dos magníficos títulos.

Está lleno el primero de canciones de sal, palabras mojadas y aguas soñadoras. «Dicen que el barco/ deja en el mar/ besos y versos/ para soñar». Con una diagramación atractiva y limpia y deliciosas ilustraciones a color, intensas y llenas de luz, en sus páginas el mar es el gran protagonista. Un mar que tiene poemas y trenzas, que camina, que llora y que moja. Mares de las amarillas, con islas como estrellas, mares de plumas que son agua y miel, mares de tinta verde con barquitos de papel.

Versos sencillos, vivos, intensos. Modernos. Cercanos. Es bueno recordar que el autor, uno de los poetas más importantes de la literatura infantil y juvenil, obtuvo con este título del Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil del pasado año.

«Por el aire vienen,/ por el aire van/ las voces del viento/que traen un cantar», leemos en el segundo título propuesto, original de otra de las voces de referencia en el ámbito en que nos movemos. Y añade: «Historias antiguas,/ hechas de cristal,/ que saben a lluvia,/a nubes y a mar./ Canciones de agua,/ de espuma y coral,/ que llevan las nubes/ de allá para acá».

Versos llenos de fuerza, invención y juego. Sugerentes y tiernas ilustraciones en blanco y negro. Dos títulos —ambos a partir de ocho años— para acercarse con verdadero placer a la palabra poética.