Libertad: manual de uso

Llegan las ferias del libro y con ellas las editoriales sacan al mercado un puñado de libros apetecibles al tacto, amables a la vista y de lectura estimulante. Es el caso de la edición de Pippi Calzaslargas que Blackie Books edita en pasta dura y con los cantos pintados de violeta, y donde se recogen todas las historias que la sueca Astrid Lindgren publicó hace más de medio siglo sobre la pequeña ácrata de nueve años. La buena literatura infantil ofrece también una lectura poderosa y un recurso a la nostalgia a los lectores adultos.

Hija de un ángel y un pirata que, tras un naufragio, llegó a una isla de caníbales y se convirtió en su rey, Pippilotta Viktualia Rullgardina vive en Villa Mangaporhombro junto a su caballo y el señor Nelso, su inseparable mono. Tiene el pelo color de zanahoria, trenzas tensas y calza unos zapatos varios números más grandes que su talla. Posee además una fuerza sobrehumana (es capaz de levantar en volandas al caballo), maneja una lógica tan absurda como poética y practica el noble arte de la mentira. Por igual se impone a la policía, a los niños más fuertes y a la profesora: a todo quien ostente alguna autoridad. Sus batallas son en cualquier caso pacíficas, porque ésta es, ante todo, una defensa de la libertad, del territorio donde todos somos distintos y únicos, y donde la imaginación es una poderosa arma que nos ayuda a vencer sin que medie combate. Ya se lo advierte Pippi a Tommy: «A veces hablas con tanto juicio que me temo que un día te veré convertido en una persona mayor».