Un lirismo biográfico desgarrador

C ompuesta por 157 capítulos, de extensión variable, con estilo autobigráfico, y con un Epílogo : La familia y la historia , Ordesa es una referencia narrativa compleja. En la primera página el personaje confiesa: «Todo hombre acaba un día u otro enfrentándose a la ingravidez de su paso por el mundo. Hay seres humanos que pueden soportarlo, yo nunca lo soportaré». De ahí surge su confesión: «He sido un eccehomo. No entendí la vida». Esta incapacidad se transforma en el germen de la novela, unida a las delicadas relaciones que mantiene el protagonista con seres diversos, sobre todo con su padre y su madre. Todo ello fructifica en esas largas páginas, materia elaborada por un personaje separado, dependiente de sus progenitores y padre de dos hijos.

Argumentalmente, la novela se limita a esta especie de autobiografía sui generis, pero las variadas connotaciones temáticas enriquecen la obra: lo esencial no es lo narrado, sino la originalísima forma de expresarlo, con una gran abundancia de precisiones personales, pensamientos y aforismos sobre la realidad, sobre todo en el significado mítico y personal de Ordesa y, curiosamente, el color amarillo. Es lógico pensar que este estilo expresivo y jugoso (pleno de expresiones y acotaciones inesperadas) pueden tener un curioso origen psicológico, esperable, los ansiolíticos: «En su día llegué a tomarlos en cantidades alarmantes, y los mezclaba con alcohol».

Pero no son estos los únicos acontecimientos narrados para dar una idea creativa e inesperada. El abandono de la enseñanza marcará de nuevo en el protagonista una vida sin soporte oficial. Tal vez esta nueva vida inesperada, recordando a sus padres y formando a sus hijos, amplíe las conexiones de la obra. El aspecto vital se va transformando en una especie de alegoría de la España de posguerra, caricaturizando a determinados personajes-tipo. En este panorama, la España creciente y los tipos principales, admirablemente retratados, son el admirable resultado. Sobre todo por la expresión, con la que navega entre el estilo poético y expresivo, reflejo del espíritu creador de Manuel Vilas.