La vertiente literaria de Love of Lesbian

Todo comienza con un doble accidente. La caída de la cuerda floja de Román Spinelli, alias el Equilibrista, y el aparatoso salto desde un escenario del líder de una banda musical, la voz literaria de todo cuanto está por ocurrir y de quien Spinelli es un antifaz. Será el momento decisivo del desplome, el vacío, lo que empujará a ambos a emprender un viaje hacia Bruma, una ciudad interior. Acudirán allí en busca de sí mismos y de Edith, la musa y la amante, una Eurídice que jalona la trama de El hambre invisible, la espera novela del escritor y líder del grupo Love of Lesbian, Santi Balmes.

Bruma amplifica el imaginario autobiográfico que ya Balmes abocetaba en su primera novela ¿Por qué me comprasteis un walkie-talkie si era hijo único? y más claramente en su poemario Canción de bruma. Es un eco sorprendente de las letras de sus canciones, que se intuyen como la punta del Iceberg de algo más profundo. Escrita en presente y con un narrador omnisciente que a veces traviste en primera persona que interpela a una segunda, El hambre invisible posee dos elementos que la singularizan: la música como hilo conductor que acompaña el relevo de los alter egos —Pink Floyd es fundamental— y las ilustraciones de Sergio Mora, (Magicomora), artista catalán que ha trabajado y colaborado con Gucci o Philippe Starck y que recibió un Grammy por su portada del disco El poeta Halley, de Love of Lesbian. Sin duda, El hambre invisible es un viaje de más de 400 páginas y 42 estaciones que combina la más potente prosa con un poderoso influjo artístico.