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POESÍA

Desde la ventana de un café

micrografías Irene Sánchez Carrión Premio Emilio Alarcos, Visor, Madrid, 2018. 72 pp.

Publicado por
JOSÉ ENRIQUE MARTÍNEZ
León

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D esde la ventana de un café es el título de uno de los poemas de Micrografías, de la extremeña Irene Sánchez Carrión, que ha recibido numerosos premios poéticos, empezando por el Adonáis. El título del poema puede sintetizar el significado del poemario: una mirada sobre el mundo; no sobre grandes hechos, sino sobre los que sorprendemos en los trajines de cada día, como un encuentro casual, la coincidencia ocasional de dos seres extraños o las breves palabras que se cruzan entre dos desconocidos. Y todo ello expresado con deslumbrante claridad, con la misma sencillez de las escenas, evocaciones y sentimientos que poetiza, siempre en el cauce seguro del ritmo endecasilábico, sin abominar del soneto, tan infrecuente en la actualidad. Pero la poeta no queda en la mera anécdota contada o en la simple observación, sino que de ella deriva un eco emotivo o la reflexión de la mujer adulta sobre algún hecho de la infancia. Uno de los poemas, por ejemplo, indica la distancia entre el sueño y la realidad: la niña que construye una casa de madera para los pájaros que ama se da cuenta de que no entran en ella, porque «desechan el refugio quienes no sienten frío, / quienes saben gozar / del inclemente roce de la vida».

Si los poemas rurales parecen remitir a la infancia, la ciudad se adueña de la mayoría de los poemas, con sus noches, sus escaparates luminosos, los otros cuyos gestos observa y cuyas voces escucha. Pero entre esos otros hay alguno cercano al corazón, originando los poemas más hermosos del poemario, los de amor, entre los que prefiero Lección de dialectología : la poeta, que estudió Filología en la Universidad de Extremadura, evoca las tediosas horas de estudio y los laboriosos ejercicios de fonética y sintaxis, para comprender ahora «por qué amo esta lengua y sus delgados matices, / las tenues variaciones con que tú la utilizas, / solo porque naciste / un poco más al sur»; pero no se quedan atrás poemas como Tormenta , en el que este suceso promueve una tierna inundación con sabor a lluvia y frío, o Yo fingía leer mientras tú te bañabas , uno de los dos sonetos de Micrografías .

La poeta reivindica su voz de mujer, evidente en dos composiciones sobre mitos clásicos: la nueva Eva mordió con rabia la manzana y huyó del paraíso en busca de una vida dinámica y sin ataduras; Penélope, que ve perturbada su rutina con la llegada de Ulises, abandonará Ítaca en pos de su libertad y su soledad.