Una novela intensa

U n robo de cuadros en el Museo Thyssen de Madrid es el arranque de esta excelente novela y se convierte en el eje sobre el que pivota toda la trama, en la que se intercalan acciones paralelas con incorporación progresiva y diversos escenarios, lo que alienta la curiosidad del lector y el suspense. «Una historia de misterio, de mar y de barcos» engarzada en una verdadera e intensa aventura que atrapa desde el primer momento. Los cuadros robados acabarán por unir sus destinos con los de tres barcos muy diferentes: el Argon , viejo mercante que naufraga en medio de una terrible tempestad, el Bernard , un esbelto velero bautizado en honor del legendario navegante Moitessier, y el suntuoso yate de un oscuro magnate ruso que guarda entre otros secretos el de una afición inconfesable. Cada uno juega su propio papel en el despliegue argumental, que se abre como un abanico generoso para ir encajando todas las piezas y cerrándose con una disposición extraordinaria llena de referencias y situaciones, en un impecable puzzle policíaco. Un reportaje como cierre —es inevitable la condición de periodista del autor— resume muy bien el asunto. Caso cerrado.

El argumento es original y muy atractivo en su desarrollo. El lector rápidamente queda atrapado en la red de la aventura. Además, Juan Carlos Vázquez cuenta con una especial capacidad de intensificar el relato mediante una prosa intensa y rica, en la que es preciso subrayar la presencia y el dominio absoluto del lenguaje marino y de la navegación.