Una magnífica adaptación

O curre con frecuencia que muchos títulos clásicos, gran parte de literatura infantil y juvenil, se están sometiendo en los últimos tiempos a reformulaciones de índole diversa. Tal es el caso, por citar una sola referencia a El Principito , de Antoine de Saint-Exupéry (1900-1944), de la revisión en clave feminista —hay varias en esta línea— que hace Elena Medel en La pequeña princesa . No entro, por supuesto, en ninguna valoración de tales tendencias y actitudes, algunas más interesantes que otras, por no ser este el momento.

Lo que es cierto es que Bruño es la editorial responsable de una colección, pensada para los más pequeños —hablan de 0 a 3 años—, con el famoso y entrañable personaje. Gracias al Principito, los más pequeños empezarán a descubrir los conceptos básicos (números, colores y primeras palabras) y el mundo que los rodea, en libros con el estilo y los tonos característicos de la obra de Saint-Exupéry, muy resistentes y manejables.

En este contexto de acercamiento a la obra hay que entender esta magnífica adaptación, un libro todo cartón que les cuenta a los más pequeños la poética y conmovedora historia del Principito. «Un día el principito —así acaba— volvió a su planeta. Y, aunque no lo veamos, nos lo imaginamos feliz junto a su flor».

Se trata, en definitiva, de un hermoso texto para estos niños, que descubrirán en él la historia del famoso personaje y toda su esencia, también con las sencillas y tiernas ilustraciones originales del gran Antoine de Saint-Exupéry.