Diario de León

poesía

Hundirse en el fuego

mi vida es un poema Javier García Rodríguez Ilustrado por María Herreros., Ediciones SM, Madrid, 2018. 172 páginas.

Publicado por
josé enrique martínez
León

Creado:

Actualizado:

En:

A dvertía el autor de Mi vida en un poema, Javier García Rodríguez, que, contrariamente a lo que pudiera parecer, no se trata de un libro para jóvenes, sino de un libro que pueden leer los jóvenes, que no es lo mismo. Un libro para todos los que gusten de acercarse a la poesía. El poeta da algunas «Instrucciones para abrir este libro» de las que me quedo con la que dice que para abrirlo «hacen falta tus manos y el deseo / de querer que sea nuevo el viejo mundo»: tal es el fin de la poesía, como Herrera antes y Ortega después aseveraron: hacer que las cosas viejas parezcan nuevas. Tan nuevas nos parecen que el libro de Javier García tiene poco que ver con la poesía que hoy es habitual, la cual dispone de un punto de afectada seriedad como si poetizando banalidades pudiera alumbrar grandes verdades.

La poesía de Mi vida es un poema es divertida y goza de un ingenio verbal en el que cabe la parodia, la burla, los juegos de palabras... El poeta parece estar atento a lo que se dice para sacarle punta, para volver al sentido primero de la palabra, para deshacer con gracia el dicho común. Compone, por ejemplo, un Ficcionario en el que, según dice, cabe todo, «palabras para aprisionar los sueños» o «palabras necias para oídos sordos».

Hay una Palabrería en la que se ha comprado un soneto, catorce versos con las combinaciones posibles de «blablablabla». Ocurre que la poesía es agudeza, como argumentó Gracián, y en el caso de nuestro poeta consiste en exprimir las palabras para sacarles jugo. Es el caso de las frases hechas: «Hay demasiada tela que cortar por lo sano». La poesía es juego con las palabras también. En este ámbito es interesante el poema que refiere el experimento según el cual dejando la primera y la última letra de cada palabra es posible la lectura aunque varíen las letras intermedias; el propio poema practica el experimento: «Hcae agulons daís tvue oaciósn / de leer una ntioica...». Jugoso es el poema Horacio Flaco , en alusión al poeta latino; para la descripción del personaje, Flaco, utiliza todo tipo de locuciones tópicas: tiene cabello de ángel, cuello de botella, pulmones de acero, boca de riego, ni dos dedos de frente...

Muchas más líneas necesitaríamos para dar cuenta de un libro de poesía diferente, del que me ha interesado ese punto de ingenio, sin olvidarnos de que el poeta sabe muy bien que para serlo «hay que hundirse en el fuego / y quemarse hasta el fondo».

tracking