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LA CULTURA QUE VUELA POR VÍA ESTRECHA

La belleza de lo inesperado

Héctor Escobar crea un espacio en San Feliz de Torío en el que la literatura encuentra una nueva vía de escape La editorial Eolas crea una nueva colección, 'La belleza de...', que acaba de presentar el título de Avelino Fierro

El espacio Factor es multiusos, tanto para libros, conciertos o exposiciones. FERNANDO OTERO

León

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Nadie contaba con ello porque nadie cuenta con la cultura. Un proyecto que aúna dos moribundos: la literatura y el tren de vía estrecha se conjugaron un día en la mente de Héctor Escobar para crear Factor San Feliz, un nombre que tampoco se puso al azar. El acto que ha convertido la marquesina de este pueblo de la ribera del Torío en una de las capitales culturales de la provincia ha sido la charla de Héctor Abad Faciolince, autor de novelas como El olvido que seremos, Tratado de culinaria para mujeres tristes o Lo que fue presente. Lo hizo dentro del ciclo El territorio de.., que en esta ocasión se centró en el olvido.

«Los factores desaparecen ¿sabes? Esos trabajadores de gorra roja que advertían de cuando llegaba y se iban los trenes. Por eso quise que el proyecto llevara ese nombre, porque con ellos desaparecerá una parte fundamental de la cultura».

Héctor Escobar posa en el exterior de la marquesina de Feve.

El proyecto ha sido elaborado con la masa madre de la paciencia. Se habían barajado varias posibilidades para esta iniciativa —entre ellas una iglesia— hasta que el azar, que siempre premia a quien saber mirar, le avisó al editor de que un almacén de Feve a las puertas de la montaña de León era el lugar adecuado para abrir la provincia a la literatura. Así que Feve, la arteria que durante años había unido la capital con la montaña, se ha convertido en el corazón que bombea sangre cultural a la zona rural leonesa en un ejercicio de voluntarismo difícil de encontrar en estos momentos.

Este verano habrá muestras sobre la Divina Comedia ilustrada por Adolfo Álvarez Barthe, o una de Walter Benjamin realizada por Cecilia Orueta

Héctor Escobar no está solo en esta iniciativa. Miguel Riera, el editor de Mr Griffin, le ha acompañado en cada una de las estaciones del proyecto para crear una malla cultural que permita desarrollar alrededor un espacio de arte, cursos de edición y, sobre todo que se convierta en un referente literario. Para ello, habrá presentaciones de libros, jornadas literarias y una librería. Además, aprovechan las frecuencias de los trenes —13 de lunes a viernes y seis los fines de semana— para la organización de cuentacuentos y actividades infantiles que comiencen en León, se desarrollen durante el trayecto y finalicen a la llegada a San Feliz de Torío. La programación se estructura alrededor del libro y la literatura. Incluso las exposiciones que se celebren tendrán que contar con un elemento literario indisociable. Destaca Escobar que este verano habrá muestras sobre la Divina Comedia ilustrada por Adolfo Álvarez Barthe, o una de Walter Benjamin realizada por Cecilia Orueta.

Avelino Fierro, en la biblioteca de su casa.

Otro de los hitos del proyecto es el titulado Lectores al tren, cuentacuentos y talleres que buscan poner en valor tanto la cultura como la vida rural. «El arte de caminar es un proyecto muy especial. Se trata de ir situando obras de arte al aire libre para enlazar caminos», explica Héctor Escobar, que precisa que ya se han colocado esculturas de Santocildes. «También está la feria Rural book, la de editores, la del patrimonio de la provincia», recita. Una de ellas trata de ayudar a los a las pequeñas editoriales y librerías instaladas en lugares de menos de 500 habitantes para reconocer la labor que realizan en el mundo rural. Este año se celebrará el último fin de semana de julio.

El tiempo recobrado: "Caminé hacia el pasado, marcha atrás, hacia el recuerdo de su vida y de mi niñez..."

Anuncia asimismo el editor la celebración de cinco conferencias que girarán en torno al patrimonio provincial, así como el programa Bienvenido Mr Libro. ‘El arte del Renacimiento en León’, a cargo del historiador del arte César García Álvarez fue la primera y las siguientes versarán acerca del Renacimiento, el arte del Barroco y el contemporáneo.

El día 25 de junio tendrá lugar el San Feliz Día del Libro para lo que se abrirá una convocatoria para que se apunten todos los que estén interesados. «Nuestra intención, además de que el espacio se llene de ‘capitalinos’ es que la experiencia concite el interés de los habitantes de Garrafe porque este es un proyecto dirigido a la gente de los pueblos», asegura. Otra de las iniciativas es un retiro literario que este año contará con Graciela baquero, especialista en literatura creativa. Tendrá lugar a mediados de julio y se prolongará durante tres días. Además de las clases literarias el curso contará con talleres de yoga al aire libre impartidos por Emilio Marzal. Pero como un proyecto de recuperación rural no puede olvidarse de la tradición, el Factor desarrolla un proyecto de puesta en valor de los artesanos. «Siempre en función de un libro, contaremos con artesanos que nos hablarán de sus productos», destaca Escobar, que ya adelanta que los ceremistas serán los primeros protagonistas del primero de los encuentros y el libro elegido que todos pondrán en común será Estudio de la ceguera, de José Saramago. «Habrá talleres sobre miel, sobre el vino, sobre flores... y en todos ellos se primará la artesanía y la literatura», concluye no antes de añadir que este podría ser considerado un viaje de vuelta a las cosas que se hacen en los pueblos y que han contribuido a que hoy seamos lo que somos. Por último, anuncia la creación de un club de socios para que todos cuantos quieran puedan colaborar y aprovechar todo lo que ofrece esta nueva iniciativa cultural. «Además, en breve abriremos la librería, que estará especializada en temática de trenes»...

Uno de los proyectos editoriales de Héctor Escobar que más éxito ha tenido es el emprendido bajo la dirección del escritor Gustavo Martín Garzo y que ya reúne nueve títulos. Bajo el título común de La belleza de... esta colección trata de abrir las puertas de lo posible. «La pandemia abrió para mi una época de enorme creatividad. Cada día iba caminando a la universidad y me daba cuenta de cómo la naturaleza invadía el paisaje urbano. Oía el crujir de la tierra», destaca Escobar. Así que pensó en la importancia de mostrar a la gente la importancia de percatarse de lo bello que es cuanto nos rodea y de lo que, en realidad, no hace más que estorbar en la búsqueda de la verdad.

«Son pequeñas píldoras de sorpresas», explica el editor. Y es que los libros están hechos con el fin de que el lector pueda nutrirse con soplos breves de belleza, tan breves y delicados como la propia vida, como todas las cosas que son verdad y en las que a veces no reparamos. «Todos deberíamos pensar en sentir más y en tener menos». Por el momento son nueve pero Héctor Escobar avanza que hay 50 títulos cerrados, todos ellos con grandes escritores. Es el caso de Tomás Sánchez Santiago, Ildefonso Rodríguez, Elisa Martín Ortega o Avelino Fierro.

Los ‘merodeos’ de Avelino Fierro

En este último caso, el escritor se centra el La belleza de caminar, un ensayo acerca de una de las pasiones del fiscal y que, como suele ocurrir con los paseos, se alargó más de la cuenta, por lo que el autor se vio obligado a borrar gran parte de las palabras escritas. «Lo que vas buscando cuando caminas es una manera de encontrarte a ti mismo y lo que me gusta es que reduces el mundo al espacio por el que vas», dice. Fierro explica que lo que ha pretendido es hacer un homenaje a los grandes autores que han abordado el pensamiento y la creación desde el camino. Pone como ejemplo a Rimbaud, a Borges — «Cuando era joven me gustaban los arrabales y la desdicha, ahora, las mañanas del centro y la serenidad»— Walter Benjamin, el callejeador intelectual que convirtió el paseo en el encuentro con nuestra propia existencia, Emmanuel Kant o Fred Herzog, el fotógrafo que buscó en las calles la ‘quebradiza objetividad literaria’, que había admirado en la prosa de Flaubert, o en Manhattan Transfer de John Dos Passos: el retrato cambiante y heterogéneo del ir y venir de la ciudad moderna, rico en matices humanos y paisajísticos, o Robert Walser. Recuerda el fiscal que viajar, en inglés, travel, viene del verbo francés trabajar (travallier). «El viaje estaba ligado a la peregrinación, a alguna forma de esfuerzo», dice. Destaca que su paseo favorito siempre tiene lugar la noche de Navidad, porque «parece que el murmullo del mundo es distinto. Hay un poco más de actividad y ves subir al cielo el amor y las pasiones... Es el único paseo en el que voy buscando algo porque sé que lo voy a encontrar».

Avelino Fierro explica que en los paseos no vas buscando nada pero en ocasiones te encuentras cosas sobre las que después puedes reflexionar. «La luz de unas chicas junto al escaparate de cosas baratas, como todo lo que hay en mi barrio, y con dos perros feos. Pero sus palabras...»

Solo recuerda los paseos que ha escrito porque son las palabras las que fijan la memoria. «Si yo tuviera que elegir una imagen para ilustrar ese momento anterior al paseo, esos instantes en que va madurando lo que no es sino indecisión, elegiría esta que ahora contemplo, de un libro del dibujante americano de cómics Robert Crumb, Las aventuras de R. Crumb y en la portada el autor se dibuja a sí mismo sentado en un sillón, con cara de aburrido, mirando a través de la ventana cómo cae el crepúsculo sobre la ciudad. Y en el globo de texto que sale de su cabeza aparecen las palabras de lo que en ese momento piensa: Creo que voy a dar una vuelta…»

El escritor se queda pensativo y, tras unos instantes, se refiere a Las afueras, un poemario temprano de Gil de Biedma, poemas un tanto herméticos, pero que logran transmitir esa impresión de extrañeza, azoramiento, revelaciones, rastros de frescura borrándose… que dejan los viajes. «Lo importante son las sensaciones que nacen cuando ya estamos de vuelta en casa. Sensaciones como esa de la que habla al final de uno de los poemas: La luz usada deja polvo de mariposa entre los dedos.

Confiesa con pudor que uno de los grandes poetas del momento le ha escrito para agradecerle el paseo literario. «Ha sido como bañarme en sangre de dragón».

El paseo de Avelino Fierro comienza cuando terminan los del resto, pero sí, es verdad que cuando lo acabas terminas renacido, porque el señor fiscal nos muestra las escenas en las que nunca nos fijamos, las postales de cuantos no solemos ver por las prisas con las que cruzamos los restos que quedan del día, y la infancia, la suya, que ha dejado el papel de su manuscrito traslúcido por las lágrimas del recuerdo de su padre. Es el paseo más largo y más difícil de cuantos realiza a través del libro: «Recorrí esos pocos metros que llevan desde las puertas hasta tu tumba. Caminé hacia el pasado, marcha atrás, hacia el recuerdo de su vida y de mi niñez. En volandas, como un ángel contra el viento furioso, pude acercarme más a él, a algunos gestos suyos (...) Limpié el jarrón y las flores rotas que ya comían algunos insectos. Recé un padrenuestro. Hablé en voz muy baja con él. La tarde vieja me iba entrando en el alma... Puede que Libertad desandará el mismo camino trazado con estas nubes de primavera.