La magia de Cunqueiro con las tabernas
Álvaro cunqueiro quería publicar un libro sobre tabernas reales e imaginarias. El editor Jesús Blázquez cumple ahora su sueño.
Á lvaro Cunqueiro (1911-1981) expresó en varias ocasiones su intención de publicar un libro sobre tabernas reales e imaginarias, un deseo que no cumplió en vida y que ve la luz ahora gracias al editor Jesús Blázquez, director de Ediciones 98, que ha compilado esos textos del autor gallego bajo el título de La taberna de Galiana.
De todas las tabernas descritas por Cunqueiro tal vez la más curiosa fuera la de Galiana, que da título a este volumen póstumo en el que se reúnen textos que nunca hasta ahora se habían reunido en libro, otros que no habían sido traducidos del gallego y otros que andaban dispersos por revistas y periódicos antiguos, casi medio centenar con títulos tan sugerentes como Los vikingos a las puertas o El poeta y la posada . «Cunqueiro nunca precisó donde se encontraba la tal taberna de Galiana, en la que se reunían los sábados las almas del trasmundo; unas veces la situaba a medio camino entre Galicia y Bretaña y otras en lugares indeterminados», ha dicho a Efe Jesús Blázquez al justificar la imagen de cubierta de esta primera edición de La taberna de Galiana .
En ese dibujo de cubierta, el tal Galiana atiende la barra de su taberna sirviendo copas de vino a una difusa reunión de sedientos ectoplasmas o fantasmas dispuestos en tertulia, una de esas escenas tan propias de un escritor como Cunqueiro, del que Gabriel García Márquez afirmó que merecía el Premio Nobel más que él mismo. Las descripciones de Cunqueiro sobre la taberna de Galiana, continua el editor con cierta ironía, «se basaban en testimonios de quienes decían haber estado en ella» o de gentes que habían encontrado objetos que guardaban relación con el mítico establecimiento, como una misteriosa taza de plata.
Los textos reunidos por Blázquez fueron escritos por Cunqueiro desde 1942 hasta el mismo año de su muerte, o sea desde los 31 años de edad hasta los 69, por lo que el editor considera que este breve volumen de 170 páginas recoge todo lo que el autor de Merlín y familia escribió sobre este asunto.
Tabernas en el más allá
«Para Cunqueiro las tabernas eran uno de los escenarios predilectos de disfrute de la vida, además de un lugar de encuentro de gentes diversas, conocidas o no, donde se charla bebiendo buen vino y escuchando historias de unos y otros; una especie de lugar ideal, también imaginario, que le servía de escenario para reencontrarse con quienes había conocido en vida y con los personajes que el mismo había creado», ha señalado el editor.
Las tabernas y los ratos felices que propician también habían sido de la predilección de muchos de los autores que más admiraba Cunqueiro, como Cervantes, Shakespeare, Chaucer, Pepys, Dickens, Boswell y, entre otros, el doctor Johnson, los cuales habían creado personajes que para el autor gallego eran tan reales como sus autores, como el licenciado Vidriera, Falstaff y Pickwick.
Blázquez está convencido de que Cunqueiro soñaba con una taberna en el más allá en la que pudiera encontrarse con todos esos autores y personajes, mezclados con las gentes de carne y hueso que le inspiraron sus propios personajes y con otros que basó en los mitos artúricos, griegos y carolingios.
Para el editor, «Cunqueiro consagró su vida a la escritura; vivió la vida ensoñándola; cada una de sus experiencias vitales, de sus lecturas y de sus interacciones con quienes se cruzaba en el camino eran objeto de una evocación literaria».
«De alguna manera recreaba todo eso en sus escritos para volver a gozar de nuevo esos momentos y poder degustarlos una vez más; Cunqueiro era un hombre bueno y alegre que miraba con simpatía la existencia, con unos ojos literarios, y nos la dejó escrita en un magnífico trasunto literario». Y sobre la obra general del autor gallego ha señalado que «puede ser considerada como una de las más originales y plenas de imaginación escritas en lengua española y en gallego», y que se trata de una obra que «alegra la vida porque en ella brinda un mundo de fantásticas evocaciones que está transido por la materia que nos sustenta, los sueños».