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letras viajeras

Mauricio Wiesenthal: «La idea del turismo es invasiva»

​El escritor catalán Mauricio Wiesenthal publica una suerte de memorias tituladas ‘Las reinas del mar’. Asegura que «El mar invita a un viaje más sosegado y sensual que viajar por tierra»

El escritor e historiador Mauricio Wiesenthal, que acaba de publicar una suerte de "memorias aventureras" en 'Las reinas del mar'.EFE/ Andreu Dalmau

Publicado por
José Oliva
León

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El escritor e historiador Mauricio Wiesenthal, que acaba de publicar una suerte de «memorias aventureras» en el volumen Las reinas del mar , a través de sus experiencias en viajes marítimos, considera que «el mar invita a un viaje más sosegado y sensual que si se hace por tierra».

En estas memorias, el autor de La hispanibundia descubre al lector que lo mejor de la travesía no reside en el regreso al puerto seguro del hogar, sino en las personas, las experiencias y los relatos que atesoramos a lo largo del viaje de la vida, un teatro infinito con un escenario siempre cambiante.

En una entrevista con Efe, Wiesenthal, un escritor que guarda ese aire de los escritores dandy anglosajones, ha querido hacerse a la mar en Las reinas del mar (Acantilado), después de su anterior ensayo, Orient-Express , en el que la experiencia viajera se hacía por tierra.

«En paralelo a ese viaje en tren ya fue aflorando este nuevo libro, centrado en el barco y el mar, que para mí es de todos los viajes, el más cinematográfico», explica Wiesenthal.

Para el autor no es casual que «la literatura épica y todos los poemas nacieron en el mar, con el ejemplo de la Odisea que propone enseguida una historia, una aventura».

Son unas memorias noveladas, porque su interés era alejarse del formato de un diario, que «suele dar una literatura aburrida, ya que algunos días no pasa nada y la mejor medida del tiempo es la propia vida» y también resulta un libro enciclopédico sobre los grandes barcos o las aventuras del mar.

La novela, precisa, aparece cuando hay vida, cuando hay aromas, cuando hay comidas, cuando hay amores, cuando hay sensaciones y, entonces, «el libro se convierte en una película que el espectador puede sentir».

Esas sensaciones las ha experimentado el propio Wiesenthal a lo largo de su vida incluso cuando trabajaba: «Siempre que iba a Estados Unidos a dar clases o conferencias procuraba hacer uno de los trayectos en barco, que apenas son cinco días para atravesar el Atlántico».

Por haber nacido en Barcelona hace 81 años, Wiesenthal se siente muy próximo al Mediterráneo

El argumento del libro está unido hoy inexorablemente al turismo, que Wiesenthal cree que se ha pervertido.

«Ahora la idea del turismo es invasiva, explotadora, la gente llega a un sitio sin interesarse por la gente, ni por lo que allí se hace, ni se come, ni cómo se vive, y el objetivo es llegar a un lugar, comprar cuatro cosas y convertir ese destino en una caricatura», alerta el escritor.

Está en las antípodas del espíritu de viajeros antiguos, como Heródoto o Hannón, que «iban a descubrir, a conocer, a escribir la historia, a aprender las lenguas, a entenderse con los nativos, a ver la fauna, la flora o a comerciar».

Se cuelan en las páginas de su libro coincidencias extraordinarias, con celebridades como Aretha Franklin, David Niven o los Platters. No puede evitar Wiesenthal ver con pesadumbre en qué se ha convertido el Mediterráneo, cementerio y escenario de guerra: «Siempre fue un mar de emigración y también el origen de la civilización con el mundo grecolatino, los sumerios o los fenicios», ha concluido.