Mucho más que lágrimas
Pepita Sandwich presenta el libro ilustrado ‘El arte de llorar’
La ilustradora argentina nos invita a llorar y a prestarle atención a nuestras lágrimas en ‘El arte de llorar’, un tratado de las gotas que brotan de nuestros ojos no sólo cuando estamos tristes, sino cuando estamos felices o empatizamos con una manifestación artística
Sandwich, el nombre artístico de Josefina Guarracino (Buenos Aires, 1986), es «muy llorona», pero fue en 2020, cuando se mudó a Nueva York y la pandemia arrasó el mundo, cuando esta expresión brotó con más fuerza, hasta el punto en el que decidió recordar las veces que había llorado en su vida y dibujarlas, anotarlas. «Y ahí, en ese momento, surgió la idea de hacer un diario de llantos», cuenta desde su apartamento en Brooklyn acerca del origen de este libro publicado en español por la editorial Lumen.
Una «investigación» profunda y, a veces científica, de por qué esta expresión —propiedad única del ser humano— ha estado presente en la evolución humana desde su origen hasta el punto de ser, según cuenta en el libro, «una de las formas más hermosas de expresión de nuestro cuerpo». «Nos enseñaron en el siglo XX a no llorar, a ocultar nuestras lágrimas, a no ser vulnerables en espacios de trabajo y, en realidad, es lo más humano que tenemos. Uno no debe reprimir el llano si tiene la necesidad de llorar, y si tienes lágrimas préstales atención porque quizá tengan un mensaje más profundo», advierte esta artista cuyos trabajos se han publicado en The Washington Post o The New York Times. Y tanta es la fe que tiene en este agua que nace de los ojos que, afirma, «si todos lloráramos más el mundo sería más empático y mejor».
Pero, según demuestra en estas páginas, el llanto se ha abordado desde el punto de vista científico, el arte, la filosofía o la sociología, así que entre sus objetivos está cambiar la imagen que se tienen de esta manifestación: «Quiero volver menos tabú el acto de llorar». Por eso se alía con el cine, y pone como ejemplo algunas películas en las que las «chicas tristes han estado a la vanguardia», como el caso de Marilyn Monroe o Fiona Apple; o como canta Lana del Rey, quien en una de sus canciones dice «porque soy linda cuando lloro».
También recuerda cómo artistas como Roy Lichtenstein usaron las lágrimas en algunos de sus mejores cuadros, como el ‘Criying girl’; o cómo el acto de llorar se convirtió en una profesión con la figura de «las plañideras», que eran mujeres contratadas para llorar en los funerales. Una profesión aún en activo en países como Inglaterra.
Tanto le interesa esta representación de un sentimiento a la argentina que va a «seguir llorando» profesionalmente porque siente que tienen más «por explorar» en este territorio húmedo. «Me gustaría hacer algo más animado o explorarlo desde un lado más de la ficción, y explorar más las lágrimas desde un sentido ficcionado», concluye esta artista autora de otras obras en español como ‘Las mujeres mueven montañas’ (Lumen, 2019) o ‘Diario de supervivencia» (Lumen, 2016).