Cuando el éxito llega en la madurez
La escritora Ana Lena Rivera publicó su primera novela a los 43 años y ya es best-seller
La novelista asturiana Ana Lena Rivera, considerada una de las firmes defensores de la mujer en la literatura y Premio Torrente Ballester (2017), ha desvelado que le gusta «dar voz» a las mujeres para que se «conozca» la historia de personas anónimas. En una entrevista, Ana Lena Rivera ha confesado que sus novelas «son historias de mujeres reales del siglo XX, es decir, aunque sea ficción histórica y los personajes no existan los sucesos sí son ciertos y el germen de todo eso está en lo que escuchaba en el taller de costura de mi tía donde se reunían muchísimas mujeres». La asturiana ha confesado que esas mujeres «hablaban de todo, eso me llamaba mucho la atención y siempre quise contar esas historias sociales, pero la historia ha estado escrita por hombres y las mujeres están desaparecidas, por lo que decidí darles voz a esas mujeres anónimas para que se conozcan sus historias». «Estas mujeres llevaron una vida tremendamente convulsa, de heroínas, y es importante que la sociedad siempre recuerde de dónde viene para no volver atrás, de ahí que las protagonistas de mis novelas son mujeres», ha comentado.
Publicó su primera obra con 43 años. «Lo intenté, me salió bien y ya no volví a mi trabajo. Yo siempre había leído novela policíaca porque en mi casa había una gran colección de ochenta libros de Agatha Christie, me los leí todos y luego, lógicamente, lo primero que escribí fue una novela». Ha destacado que la novela española está «mejorando» porque en la pandemia «tuvo un repunte impresionante, la gente se reconcilió con la lectura, buscó refugio en los libros y ahora se ha quedado ahí y la gente continúa acudiendo a los libros en papel, sobre todo en la novela policíaca, y la novela histórica, que gusta mucho».
Una importante producción
Su producción le ha llevado a poner en el mercado cinco novelas desde 2017, ganando en diciembre de ese año el Premio Torrente Ballester, aunque la obra se publicó en 2019 ( Lo que callan los muertos ). A partir de ahí empezó su lista, «aunque el primero tuvo un poco de truco porque ya tenía escrita la primera novela, me di un plazo para ver si podía vivir de la literatura y los primeros 16 meses no me contestó nadie; en ese tiempo escribí la segunda novela, por lo que cuando recibí el galardón ya al año siguiente saqué Un asesino en tu sombra». «Ahora publico cada dos años porque antes era novela policíaca y ahora es narrativa histórica, lo cual requiere unos meses de documentación, necesito horas seguidas para escribir». Tras su estreno literario con Lo que callan los muertos , se encuentra en plena promoción de su última novela «La niña del sombrero azul», que salió este mes de febrero y que ya lleva tres ediciones. Estoy muy satisfecha, está superando a la anterior que tuvo más de 100.000 lectores hasta diciembre de 2023, es un ‘best seller’, y estoy contentísima porque cuando tu propósito es dar voz a historias desconocidas se cumple cuando la gente lo lee, lo recomienda, lo regala y quiere más, por lo que sientes que contribuyes a que el mundo vaya un poco mejor», ha comentado.
Ha puesto en valor los encuentros con los lectores «porque ahí sabes cómo acogen tu novela, cada uno lo vive de una manera diferente», así como aconsejaría a un escritor «que se forme porque si quiere escribir por diversión que lo haga, pero si quiere dedicarse profesionalmente a eso, que se forme en técnicas literarias».
Reconoce que se incorporó «muy tarde» a esta profesión aunque «desde los ocho años ya me sentí atraída por los libros desde que una monja, que era mi tutora, nos mandó escribir un cuento en la clase y luego envió mi escrito a un concurso de literatura infantil sin yo saber nada hasta que gané el premio, que me entregó en el Teatro Campoamor de Oviedo el entonces Príncipe de Asturias, hoy Rey de España». A partir de ahí se fue aficionando «pero me fui a Madrid para estudiar y las cosas me fueron muy bien en el trabajo ya que llegué a la dirección de una de las 300 multinacionales más grandes del mundo. A pesar de lo cual siempre quise tener una segunda vida profesional relacionada con los libros». Su inclinación por las novelas también le vino desde muy joven. «Yo aprendí a leer sola casi antes de hablar correctamente, estaba leyendo continuamente y mis padres estaban todo el rato intentando quitarme los libros».