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La hoja nunca en blanco de Ramón Lobo

‘Pensión Lobo’ (Península) es el libro póstumo de Ramón Lobo, fallecido el 2 de agosto de 2023. fue autor también de ‘El héroe inexistente’ (1999) o ‘Isla África’ (2001), entre otras publicaciones

Ramón Lobo (Lagunillas, Venezuela, 1955–Madrid, 2023).

Publicado por
León

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Ramón Lobo murió el 2 de agosto del año pasado. Hizo de su muerte una celebración de la vida. Periodista, escritor y reportero de guerra quiso pasar a limpio en forma de libro, él que había contado tantas muertes y vidas, las dos circunstancias que tenía afrontar: la muerte y el final de su existencia a través de experiencias y sentimientos. Pensión Lobo es un libro pero también es lo mismo que hizo desde que su cáncer, sus cánceres, como él decía, se hicieron presente inseparable.

El culto a la vida ha eclipsado nuestra relación con la única verdad que existe: la de la muerte. La echamos del hogar y la encerramos en los hospitales, las clínicas y las funerarias. Ramón Lobo, sin embargo, no rehuyó de la realidad: tras ser diagnosticado con dos cánceres, el reconocido periodista y corresponsal de guerra decidió hacer uso de su maravillosa pluma para diseccionar la muerte desde su propia experiencia.

¿Cuál es la naturaleza de nuestro temor hacia ella? ¿Cómo podemos afrontar un futuro desolador? ¿Qué hacer con nuestros objetos más importantes? Estas preguntas universales, pero tan silenciadas y estigmatizadas en el «País de los Sanos», son las que irán resolviéndose en esta amalgama agridulce de recuerdos, reflexiones, esperanza y resignación, en esta oda a la vida que se dibuja serenamente en el marco de lo que le da valor: su propio fin. Pensión Lobo son unas memorias póstumas, un último ejercicio personal y al mismo tiempo colectivo, donde, a partir del testimonio, Ramón Lobo investiga la muerte desde un enfoque sociológico y la afronta desde su inminencia personal.

Si el libro se centra en todo eso, lo que también arrastra es su particular mirada de la realidad y la actualidad intentando aportar la perspectiva del perdido reporterismo.

Por eso, nadie mejor que él mismo para justificar este libro que, por otra parte, no necesitaría justificación porque le sale del alma. Y cuanto menos alma le queda más pone sobre el papel nunca en blanco de Ramón Lobo.

«He trabajado como periodista en zonas de conflicto y narrado las desgracias de los demás, de los Otros, de los Nadie, de los Invisibles. Estoy entrenado en recibir, sentir y procesar las emociones extremas de personas desconocidas que sufren guerras, violaciones, injusticia y hambre. Conozco el lenguaje y los límites de la acción militar, médica, diplomática y humanitaria, y también de la periodística. De ellos aprendí parte de lo que ahora me aplico con la ventaja de disponer de los medios hospitalarios y médicos del primer mundo. El trabajo de enviado especial mejoró mi información sobre el mundo real más allá del perímetro de mi confort. El entrenamiento de entrar y salir de las tragedias ajenas, de compartir su dolor, aunque fuera por unos días o semanas, me ha permitido generar unos instrumentos de resistencia que me ayudan a sobrellevar una situación médica complicada, pero que no explican mi reacción tranquila ante la llegada del final. La digestión del dolor es un acto individual: no es lo mismo asistir a la muerte ajena que a la propia», relata.

Ramón Lobo (Lagunillas, Venezuela, 1955–Madrid, 2023) empezó a colaborar como periodista en la agencia Pyresa en 1975 y desde entonces no paró de encadenar medios: Radio Intercontinental, El Heraldo de Aragón, la BBC, Radio 80, Expansión, Cinco Días, La Gaceta de los Negocios, El Sol y El País, en este último durante veinte años. Fue enviado especial a numerosos conflictos en África, los Balcanes, Oriente Próximo y Asia. En los últimos años de su carrera periodística publicó colaboraciones en El Periódico e infoLibre, además de ser colaborador en la Ser.

«La digestión del dolor es un acto individual: no es lo mismo asistir a la muerte ajena que a la propia»