La historia secreta del Diccionario Oxford
Nacida en Londres, de familia galesa, pero australiana desde que se trasladó allí cuando aún era una niña, Pip Williams se ha convertido en una de las autoras más conocidas de su país, gracias a El diccionario de las palabras olvidadas , que ahora continúa con La artesana de libros. Su anterior obra, publicada en varios países y que en Estados Unidos fue muy comentada a raíz de que la actriz Reese Witherspoon la eligiera para su club de lectura, le sirvió para mostrar a los lectores cómo se realizó el primer Diccionario Oxford, mientras que ahora relata cómo un grupo de mujeres, invisibilizadas, contribuyeron durante la Primera Guerra Mundial a la impresión de libros en la Oxford University Press.
En una entrevista con Efe, la novelista afirma que escribe este tipo de historias, en parte, para poder «dar voz a todas esas mujeres de clase trabajadora que nunca la han tenido», aunque advierte que no quiere lanzar ningún mensaje en sus obras, más allá de resaltar que, en el caso de la impresión de libros en la Inglaterra de la Gran Guerra, «se ha silenciado el trabajo que hicieron las mujeres mientras los hombres estaban en el frente».
En La artesana de libros vuelve a la ciudad inglesa de Oxford, como ya hiciera en El diccionario de las palabras olvidadas , y se adentra en la peripecia vital de Peggy Jones, gemela de Maude, dos mujeres obreras que trabajan en la sección de encuadernación de la Oxford University Press, aunque Peggy no se resigna solo a «plegar páginas, sino que lo que quiere es participar del conocimiento».
En su trabajo de documentación para la obra, de la que ha vendido solo en Australia y Nueva Zelanda más de 700.000 ejemplares, se dio cuenta de que podía tirar de otros hilos para nuevas historias. «Por una parte —desvela— vi un par de fotos en blanco y negro de mujeres y niñas sentadas en largos bancos doblando grandes hojas impresas, aunque sus nombres no aparezcan en ninguna documentación de la época. Por otra, pude leer una carta dedicada a un impresor que se jubilaba, con firmas de mujeres, lo que confirma que en esos años de la guerra ellas también estaban allí; y lo determinante fue una película muda de 1925».
En un fragmento de esa cinta, Pip Williams quedó fascinada por una joven a la que se ve plegando páginas «como si estuviera bailando, como haciendo una coreografía». «Fue verla y preguntarme quién sería esa chica y qué libro estaría componiendo. Aquí empezó a tomar forma esta nueva novela», confiesa.
El rasgo principal de su nueva protagonista, Peggy, es que quiere «algo que no puede tener, acceder al mundo del conocimiento, no solo imprimirlo, derribar un muro por ser mujer y de clase trabajadora, acceder a la Universidad». «Intento con esta historia llenar el silencio de lo que era una mujer obrera en Oxford, su día a día durante la Primera Guerra Mundial, sin olvidar que muchas de ellas quedaron al mando de fábricas y trabajos que antes hacían los hombres, en un momento en el que estos estaban en las trincheras de una guerra sangrienta y cruel». Asimismo, no quiso olvidarse de las mujeres que fueron al frente como enfermeras y de las que llegaron a Inglaterra como refugiadas.
De gira por varios países europeos, Pip Williams avanza que está ya en la escritura de otra novela, con un personaje que ha aparecido en anteriores obras suyas, Tilda, que durante la Primera Guerra Mundial se enamora de un médico alemán; será, por tanto, el relato de un «amor prohibido». A la vez, está muy satisfecha de que El diccionario de las palabras olvidadas se haya convertido en una obra de teatro, estrenada con éxito en Sídney y Melbourne.