MÚSICA
Feliz cumpleaños, Bruce
l El 18 de septiembre sale a la venta ‘Springsteen 75 aniversario’, el gran libro conmemorativo de la inmensa figura del rock mundial
Libros Cúpula publica Springsteen 75 aniversario, El gran libro conmemorativo de la inmensa figura del rock mundial, con motivo de su 75 cumpleaños. Se trata del gran homenaje al gran compositor y artista cuya vida y carrera es un extraordinario testimonio del poder del rock and roll. Ganador de 22 premios Grammy, de un Oscar por «The Streets of Philadelphia», miembro del Salón de la Fama del Rock and Roll, músico superventas y protagonista de inolvidables conciertos maratonianos, Bruce Springsteen es sin duda una de las figuras más veneradas de la música rock. Desde sus inicios en una banda de garaje en Nueva Jersey hasta las giras mundiales en estadios a reventar con su fiel E Street Band, Gaar recoge en este libro la épica expansión del recorrido de Springsteen, en un más que merecido y esperado homenaje con motivo del 75 aniversario de un artista único, una leyenda del rock.
Bruce Springsteen dijo en una ocasión: «Una de las razones por las que cogí la guitarra fue por querer formar parte de algo». El rock and roll le ofrecía la salvación, y la guitarra era el instrumento que le llevaría hasta allí. Y cuando, después de comprar una guitarra, dominó su primera canción de rock and roll («Twist and Shout»), ya había empezado su recorrido. Bruce nunca ha pasado un minuto alejado de la música: nunca ha tenido un «trabajo diario». A partir de 1965, se dedicó a lo único que siempre había deseado: ser un músico profesional y dar testimonio del poder transformador del rock and roll. Y en el más de medio siglo transcurrido desde entonces, esa carrera ha llevado a Bruce a dar la vuelta al mundo varias veces. Pero también le ha llevado a un viaje mucho más profundo. La distancia que separa la casa donde pasó sus primeros cinco años (donde había una sola estufa de queroseno para calentarse en invierno) y la Casa Blanca (donde más tarde le harían entrar para reunirse con el presidente) no se mide solo en kilómetros. Y sea cual sea la distancia recorrida en sus viajes, siempre ha llevado consigo un trocito de lo que había sido la vida en su primer hogar. «Salió de una jaula en la autopista 9», dijo de Bruce el presidente Obama cuando le concedió la Medalla Presidencial de la Libertad, «un chico tranquilo de Jersey que intentaba dar sentido a templos de sueños y al misterio que salpicaba su ciudad natal, a los billares, los bares, las chicas, los coches, los altares y las cadenas de montaje. Durante décadas, Bruce Springsteen nos ha guiado en un viaje en el que se entremezclan la ambición y la injusticia, el placer y el dolor, las sencillas glorias y el desgarro disperso de la vida cotidiana en América». Bruce ha afirmado que sus canciones son «emocionalmente autobiográficas», pero que él les ha dado un atractivo universal. Siempre observando con curiosidad el mundo que le rodea, ha trabajado para perfeccionar su oficio ampliando sus horizontes. Bruce había crecido en un hogar en que no se leían libros. Cuando conoció a Jon Landau, quien se convertiría en su mánager, le entusiasmó no solo el gran interés de Landau por la música, sino también sus conocimientos de literatura, cine y arte en general, lo que Bruce llamaba «el mundo de las ideas». «La vida de la mente es tan importante como la del cuerpo», dijo a su biógrafo Peter Carlin.
Su concienciación política también ha formado parte de ese proceso. Tras el éxito de Born to Run, empezó a plantear en sus canciones varias preguntas, principalmente: «¿Por qué la vida es tan dura para tanta gente?». Al principio, se expresaba con generalidades. Es cierto que tocó en un concierto benéfico para protestar contra los peligros de la energía nuclear, pero confinó su canción sobre la casi fusión de la central de Three Mile Island, en Pensilvania, Roulette , en la cara B de un sencillo publicado casi una década después del suceso. Lo que contrasta vivamente con el activista que es hoy, que escribe canciones sobre la injusticia económica ( Death to My Hometown ), el fracaso de Estados Unidos a la hora de cumplir sus promesas ( We Take Care of Our Own ) y la tensión racial ( American Skin [41 Shots] , «un himno del Black Lives Matter.