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El ‘culpable’ del pelotazo editorial del año

Pedro Oyarbide ha ilustrado las icónicas portadas de los seis libros de ‘Blackwater’ la adictiva saga de los Caskey. «Muchos lectores han llegado a la historia por el diseño», admite.

Imagen de archivo de Pedro Oyarbide.DL

Publicado por
León

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Las portadas de Blackwater , el pelotazo editorial de 2024, funcionan como un imán que atrapa la atención nada más echarles el ojo y provocan esa irresistible tentación de palpar sus dorados relieves con forma de lluvia, de río, de bosques de robles acuáticos o de rostro de mujer... ¡Cuántos lectores habrán caído en las redes de los Caskey gracias a esas abigarradas ilustraciones cargadas de pequeños detalles que recuerdan a una baraja de cartas del tarot! «Muchos han llegado al libro por lo visual de sus portadas», apuntan desde Blackie Books, la editorial independiente de Barcelona que ha publicado este fenómeno literario que solo en España ha enganchado a medio millón de lectores desde su lanzamiento en febrero, tras un exitoso paso por Francia, donde lleva 1,5 millones de ejemplares vendidos.

Blackwater se publicó por primera vez en Estados Unidos en 1983. Su autor, Michael McDowell (Alabama, 1950), al que su amigo Stephen King calificó como «el mejor de todos nosotros», falleció en 1999 a los 49 años a causa del sida. Escritor de novelas de terror góticas sureñas y guionista de éxitos como Bitelchús (1988), McDowell narra en los seis volúmenes de Blackwater (él se empeñó en que se publicara por entregas en formato de bolsillo) una saga matriarcal plagada de venganzas en la que sobresalen los personajes femeninos, y cuyo linaje se ve alterado con la llegada de la misteriosa Elinor, tan arrolladora como la riada que precede su aparición en la habitación de un hotel inundado de Perdido, el pueblo maderero de Alabama donde se desarrolla la trama.

Los adictivos entresijos del clan Caskey no llegarían a Europa hasta 2022, cuando una pequeña editorial francesa, Monsieur Toussaint Louverture, se hizo con los derechos y encargó a Pedro Oyarbide (Madrid, 36 años) la ilustración de las portadas que han contribuido a convertirlo en un best seller .

Oyarbide estudió Bellas Artes en Madrid, a cuya facultad acudía de niño acompañando a su padre pintor. «Mi padre compraba allí los materiales y a mí me gustaba aquel ambiente», recuerda desde el estudio que ha montado en su vivienda de Ruzafa, el barrio hípster de Valencia donde reside.

Pedro se especializó en diseño digital en Alemania («ahí supe que me quería dedicar más a la ilustración que a pintar al óleo») y estuvo varios años en un estudio puntero en Inglaterra antes de asentarse en 2014 como ‘freelance’ y regresar a España. Lleva una década trabajando para agencias, sobre todo de Estados Unidos, y entre su cartera de clientes destacan Miller -una de las cerveceras más populares del país-, así como marcas de bebidas energéticas (Red Bull), de surf, de skate, de ropa, y sobre todo de barajas de póquer, donde goza de una larga reputación.

Fueron precisamente sus diseños de colecciones de naipes los que sedujeron al director de Monsieur Toussaint Louverture, que contactó con Oyarbide para que le hiciera las portadas de Blackwater recreando esos mismos patrones en los que cobran protagonismo los detalles.

«El editor francés seguía mi trabajo sin que yo lo supiera y por lo visto era muy fan de las cartas que había diseñado para diferentes marcas. Me dijo que su idea era ese mismo concepto de retablo ornamentado para que cada libro pareciera una baraja», indica Pedro.

Y ese criterio decorativo de elementos claves de la novela ocupando a modo de ‘horror vacui’ todos los espacios (portada, lomo y contraportada), con tonos dorados, estética victoriana e inspiración en catedrales góticas es el que ha triunfado en las librerías.

Atrapado por la historia

En 2021, el editor francés le envío el texto del primer volumen de Blackwater ( La riada ) para que lo leyera («conecté rápidamente con la historia») y empezara a bocetar ideas. Tomó «un montón» de apuntes que se prestaban a ser ilustrados, y dado el abigarrado concepto de las portadas, aprovechó cada milímetro de la cubierta para incorporar elementos icónicos de la historia... pero sin destriparla. «No son espóiler porque esos elementos solo se identifican cuando se lee el libro», tranquiliza el dibujante.

El jefe francés quedó encantado con el resultado y eso que Oyarbide se estrenaba en el terreno del diseño de novelas. Luego le hizo llegar a Valencia el primer tomo ( Blackwater I ) «y me dejó muy satisfecho con la impresión, el relieve, las tintas, los acabados... en cuanto lo ves y lo tocas sabes que estás ante un producto diferente». Tras la portada de La riada llegaron las de El dique , La casa , La guerra , La fortuna y La lluvia , la sexta y última entrega. Cada una es distinta, contiene su propia tipografía, sin repetición de elementos, pero se prestan al juego de parecer un mazo de naipes. «Con la primera portada tardé un poco más porque queríamos definir bien el estilo, pero hice las seis en un proceso de nueve meses», rememora.

En 2022 salió el primer libro en Francia, luego en Italia y este 2024 en España y Portugal (próximamente lo hará en Reino Unido) con las mismas portadas y sólo adaptando los títulos a cada idioma. Y está arrasando.

Tras casi 40 años olvidada, la saga de Mary Love —la matriarca de los Casquey—, Sister, Grace, Elinor, Miriam y demás ha experimentado un renacimiento espectacular en Europa, donde se ha colocado en el top de ventas allí donde se ha publicado. Seguramente Mcdowell estaría muy orgulloso del trabajo de Oyarbide. «Me habría gustado conocer su opinión», confiesa el madrileño que se declara devoto de Elinor. «Es un poco siniestra, pero me gusta».

Las ventas van como un tiro En España las seis entregas se encuentran entre los diez libros más vendidos, y los cuatro primeros volúmenes copan los primeros puestos.

Pero al margen de lo acertado de las llamativas cubiertas, la historia de rivalidades de esta acaudalada familia de Perdido es una epidemia, y quien se acerca a las páginas de McDowell tiene muchas posibilidades de contagiarse del culebrón de los Caskey.

En el sello Blackie Books están felices. «Pedro ha hecho un trabajo fantástico», señala Patrizia Di Filippo, su responsable de comunicación, que cree que la historia ha conectado en España «con un tipo de lector muy variado e intergeneracional» y a un precio bastante económico, unos 9,90 euros cada volumen.

«Obviamente el libro está muy bien y engancha, pero creo que parte del éxito es el formato de bolsillo, como si fuera un folletín o una serie de Netflix en la que la gente espera el siguiente capítulo, apunta Oyarbide, que, no obstante, sabe que hay lectores que han comprado directamente los 6 libros como objeto de colección tras quedar atrapados por los relieves dorados que enmarcan las portadas y esos trazados enigmáticos (luego comprensibles) con reminiscencias del tarot.

El artista no deja de recibir elogios en las ferias del libro a las que acude invitado, e incluso otras editoriales han llamado a sus puertas para replicar la estética de Blackwater tras ver el filón de su estilo. Cuenta que se inspiró en las catedrales que ya de pequeño llamaban su atención. «Siempre me han atraído las catedrales góticas y los edificios de estilo victoriano, y utilizo como fuente de inspiración muchos de sus detalles arquitectónicos para estructurar las portadas, pero con una visión más actualizada», detalla Pedro, que agradece la confianza que depositaron en él los responsables de la editorial francesa, donde empezó todo.