Narrativa
Sobrevivir en un monasterio
Marti Gironell publica ‘La montaña del tesoro’, una historia poco conocida de la guerra civil en un enclave único y simbólico: Montserrat
La montaña del tesoro de Martín Gironell cuenta la historia de supervivencia de un símbolo catalán: Montserrat, y narra la historia de Benet Nomdedéu, un monaguillo que vive en el monasterio de Montserrat durante los convulsos años de la guerra civil española. A través de sus ojos, el lector es testigo de la lucha por preservar la vida, la cultura y la fe en medio del conflicto bélico. En la primera parte, Benet es un niño de once años que ve su vida tranquila en el monasterio alterada por el estallido de la guerra. El monasterio de Montserrat se convierte en un refugio para muchos, pero también en un sitio de gran peligro. El abad Marcet intenta proteger el patrimonio de este, y Benet, a pesar de su juventud, se implica en la misión, acompañando al abad y a los monjes en sus decisiones. Su relación con fray Cervera, un viejo monje sabio, resulta fundamental para su crecimiento emocional y espiritual.
A medida que la guerra avanza, Benet experimenta sus primeros sentimientos de amor hacia Teresa, la hija de uno de los mossos d’esquadra que vive en el monasterio. Este amor se mezcla con el miedo y la incertidumbre que provoca la guerra.
En la segunda parte, Benet se ve obligado a afrontar nuevas responsabilidades. La relación con Teresa se hace más profunda, pero las circunstancias lo separan cuando la familia de ella tiene que irse de Montserrat. La guerra afecta a cada aspecto de su vida, y Benet se enfrenta a la realidad de la pérdida, la soledad y el deber. También descubre que su padre, Quim, no los abandonó por voluntad propia, sino que estuvo encarcelado durante años. Cuando finalmente lo encuentra, Benet hace todo lo posible para ayudarle a escapar de la guerra y curarse de una herida grave.
La montaña del tesoro es una historia de amor, pérdida y maduración personal, donde Montserrat, con su patrimonio religioso y cultural, se convierte en un símbolo central para la preservación de los ideales en tiempos de guerra. La fe, la identidad y la importancia de las relaciones humanas se despliegan a lo largo de la novela, que mezcla ficción histórica con un fuerte componente emocional.
Durante la guerra civil española, el monasterio de Montserrat tuvo un importante papel tanto en el ámbito religioso como cultural, además de convertirse en un símbolo de resistencia espiritual y patrimonial en medio del conflicto. Montserrat, uno de los centros religiosos más importantes de Cataluña y España, fue un lugar de gran significación durante la guerra por varias razones: 1. Refugio espiritual y físico: Durante la guerra, Montserrat se convirtió en un lugar de refugio para muchos, especialmente para aquellos que buscaban escapar a la violencia y la destrucción que se estaba extendiendo por todo el país. Aunque la guerra había creado un clima de hostilidad hacia la Iglesia, el monasterio mantuvo las puertas abiertas a quienes necesitaban protección. Esto incluía tanto a civiles como a religiosos que huían de la persecución de los milicianos republicanos, que veían a la Iglesia como colaboradora del franquismo.
Protección del patrimonio cultural y religioso: Uno de los papeles más destacados de Montserrat durante la guerra fue su función de salvaguardar el patrimonio cultural y religioso. Los monjes, con ayuda de personas influyentes como el abad Marcet y el comisario de la Generalitat, Carles Gerhard, tomaron medidas para proteger valiosos tesoros artísticos y religiosos de posibles saqueos y destrucciones. Esto incluía la custodia de la imagen de la Virgen de Montserrat (la Moreneta).
Hospital y centro de recuperación: Montserrat se convirtió por necesidad en un hospital militar durante los años de guerra. El monasterio, con sus amplias instalaciones, fue utilizado para atender a los heridos de los combates que tenían lugar en el frente de Cataluña. Las dependencias de la abadía se reconvirtieron en espacios hospitalarios, donde se trataban a soldados heridos y otras víctimas de la guerra. Además, el monasterio acogió a soldados convalecientes, lo que le confirió una función sanitaria crucial en ese momento.
La guerra civil
«Cuando me cuentan algún hecho histórico y me parece que es poco conocido, enseguida corro a buscar documentación para conocer más. Y si veo que cuesta mucho encontrar esta información, entonces es porque es verdad que es poco conocido, y todavía quiero saber más. Así es como empecé este relato. Saber que, durante la guerra civil, Montserrat fue un lugar donde la gente iba en busca de refugio y no solamente para guarecer su alma. Que se convirtió en hospital militar, en biblioteca y en imprenta sin renunciar a ser el centro turístico, cultural y espiritual que había sido hasta ese momento. Que todo esto fue posible gracias a una maniobra rápida que evitó que la abadía fuera quemada como tantas otras iglesias y templos que fueron reducidos a ceniza», explica el autor.
Nacido en Besalú (Girona) en 1971, Martí Gironell es periodista y licenciado en Filología Inglesa. Ha trabajado en prensa, radio y televisión. En marzo de 2007 publicó su primera novela, El puente de los judíos, que de inmediato se convirtió en un éxito de ventas y se tradujo a diversos idiomas. Desde entonces, ha publicado numerosas novelas, como La venganza del bandolero (2008), que ganó el Premio Néstor Luján de Novela Histórica, El arqueólogo (2010), El último abad (2012), El primer héroe (2014) o Strappo (2015). Fue galardonado con el Premi Ramon Llull en 2018 con la novela La fuerza de un destino, traducida también a varios idiomas. En 2020 publicó Palabra de judío, la esperada continuación de su bestseller El puente de los judíos. También es autor de diversos libros de literatura infantil, el más reciente, Un topo en mi jardín (2022).