2. Destino

a soledad se rompe en el sustento que celebra la vida y allí nos cobijamos como signos que representan sueños. Versión de una oquedad en el camino que convoca las cosas más mundanas.

Cielo que no posee lo que tenemos cuando la tarde pasa, lo que vibra tan dentro de nosotros. Emoción que disuelve el infinito y vive en una huella que es la mía. Nombre que se ha olvidado del espejo donde miran los hombres.

Es un reto que se nombra sin palabras, en el destino cruel que se detiene donde siempre miramos. La sombra es una sombra que se asfixia porque el sol no conoce la clemencia y se convierte en fuego.

Todo esto es la vida y solamente siento en esos ojos la versión de otros ojos que traduzco, como cristal cercano que refleja lo que guardamos dentro.

Las alas son refugios que contienen una fracción sesgada por el signo que se transforma en vida, donde todo es la nada en un encuentro de viejas emociones. Pero siempre es mejor la cercanía de un lejano sustento que adereza el mar que siempre es calma. Lo demás ya no importa, sólo es tiempo que permanece mudo.