Una historia escrita con amor
La proximidad del año 2010 en el que se celebra el 1.100 aniversario de la Fundación del Reino de León y el deseo de hacer un homenaje a su tierra leonesa, injustamente tratada y poco estudiada, son las razones que esgrime el autor para hacer un repaso crítico, sintético y de revisión a lo estudiado hasta ahora por diversos autores a lo largo de la historia de Asturias y León. Señala que los historiadores desde Lucas de Túy con su Cronicón, al Padre Risco, se han dejado influenciar por lo castellano por lo que, a pesar de ser el Reino de León un rico tesoro para el conocimiento de la historia de España, se ha quedado en tinieblas, oculto y manipulado. Muestra su intención de hacer una apología del Viejo Reino y desea escribir de modo real, sencillo y auténtico la verdadera historia del Reino de León.
La organización del libro se hace a través 24 capítulos, que se introducen con uno dedicado a los orígenes del Reino de León, desde la fundación de la ciudad por los romanos, pasando por la dominación musulmana, hasta Don Pelayo, con sus sucesores asturianos. Luego se pasa a León con la progresión de reyes, que van desde Alfonso II el Casto a Alfonso IX, pasando por Alfonsos, Garcías, Ordoños, Fruela, Ramiros, Sanchos, Bermudos, Fernandos, etc. para terminar con un árbol genealógico de la monarquía española, que se resume en dos dinastías asturianas, y la más larga en la que entronca Austrias y Borbones hasta llegar a Juan Carlos I. El primer Rey que traslada la corte de Asturias a León fue García I, aunque para el autor los motivos permanecen oscuros: intrigas palaciegas, rebeliones, instigación de la reina-¦ El último rey tratado, Alfonso IX, considerado el Rey más importante de la Edad Media y de la Historia de España en general. Pero se lamenta el autor del ninguneo con que ha sido tratado por los historiadores. Se hace eco del Pacto de Sahagún, según el cual la corona de Castilla debía pasar al Monarca leonés si no había sucesor masculino en Castilla. Pero lamenta que no se cumpliese y que además casi ningún historiador lo relate. La posterior coacción y renuncia de las Infantas leonesas, Sancha y Dulce, a favor de Fernando III, hijo de rey leonés y nieto de rey castellano, unía definitivamente las coronas de León y Castilla.
El libro es una recopilación sintética de diversas crónicas, historiadores, etc. que le permiten hacer una diacronía histórica al estilo más clásico como una gran crónica en la que el amor por León está presente en cada capítulo y en cada línea. Se echa en falta un estilo histórico más moderno ampliando la dimensión personal con la social.