De historiase invenciones
S eguramente nadie sabe con exactitud dónde acaba la realidad y empieza la ficción. O si ésta queda superada por la realidad. O si la realidad no necesita ser retocada para entrar en el reino de la invención. Las fronteras se debilitan según confirman cada día ejemplos, noticias, historias y otras menudencias , y no tanto, del vivir y del soñar. Sea como fuere, sin embargo, lo cierto es que al lector, que normalmente no busca fronteras, sino horizontes, le puede subyugar la historia de ese personaje cuya sombra ha atrapado Jesús F. Salvadores a ras de suelo, en un hermoso juego entre la luz y sus contrastes. Ni siquiera quien escribe conocerá su rostro, o quizá relate la verdadera historia de una vida sin identidad reconocible, sin ubicación precisa en el tiempo, sin un corazón que alguien reconoce en sus pálpitos.
La creación tiene no pocas de sus raíces en los ámbitos del misterio. Y hasta allí han llegado hoy -”y es pura casualidad por nuestra parte-” tres escritoras. Cristina Peñalosa, la primera por la izquierda, juega con dos planos en una historia de amor. O desamor. María del Mar Miguel Muriedas -”su relato fue premio al mejor autor leonés en la edición de 2008 de -˜Relatos de Mujeres-™, convocado por el Ayuntamiento de León-” se acerca a una realidad que pone cada día nombres y apellidos a las historias escritas en la piel. Toti Martínez de Lezea, por su parte, se acerca a -˜El Valle del Silencio-™ en la serie Invención literaria del paisaje leonés , que tantos nombres, espacios y tiempos proporciona. En fin, tres nombres, tres voces, tres miradas, tres estilos. El lector tiene estas y otras posibilidades. Que disfrute con todas.