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León

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ALFONSO GARCÍA

LLos responsables de las estadísticas sobre la lectura, que parece ser lo único importante en estos asuntos de los cultivos interiores, estarán cada día más satisfechos, dado que en este país de nuestros amores y devociones parece ser que todos leemos. Y es que, como apunté el pasado 11 de mayo en una columna de semejantes intenciones en estas páginas, la sociedad de masas -“pocas veces tan atinada la referencia- nos somete a duros y definitivos procesos de homogeneización, posiblemente de vulgarización también, incluso en los procesos lingüísticos. O sobre todo, que nunca se sabe. Si entonces ejemplificaba con referencias deportivas, así será también hoy.

Quiero llamar la atención, como contexto muy genérico, sobre un hecho previo que para mí tiene notable significado. El mundo del baloncesto siempre vio al cuerpo técnico bien trajeado, elegante incluso, quizá como manifestación implícita de que ese deporte estaba más cercano a sectores cultivados y que, por tanto, era elitista en este sentido. Si observan, en el fútbol empieza a ocurrir algo semejante. En el primero antes, en el segundo también ahora, cada vez más en todos los deportes y otros aspectos de la vida, oímos con más frecuencia frases de este tipo: «Leyó muy bien el partido», «El extremo había leído perfectamente la jugada», «El corredor español suele leer muy bien los finales de etapa», «Leyeron rápidamente sus intenciones», etcétera, etc.

Como se observa, la palabra leer ha sufrido, está sufriendo un claro y profundo desplazamiento semántico, respecto, al menos, de la acepción común. Y esto, que en ocasiones es o puede ser síntoma de vitalidad de una lengua, tiene, a mi juicio, el riesgo de la gramaticalización, que puede convertirse así en una trivialización, en cierta vaciedad de significado. Porque ¿hay alguien que no lea entre nosotros? La respuesta es rotunda. Su contenido, sin embargo, provocará división de opiniones. O sea, que todos contentos, que es de lo que se trata. La lengua, ya lo imaginaba, es una madre bondadosa.

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