El corazón gráfico de León
León en los grabados
históricos
Fernando Alonso García. Fundación Hullera Vasco-Leonesa. Diputación de León. Gráficas Celarayn, León, 2008. 300 pp.
NICOLÁS MIÑAMBRES
En la línea habitual de rigor y exquisitez editorial que caracteriza a la Fundación Hullera Vasco-Leonesa, se presenta León en los grabados históricos , una nueva entrega de la magna obra sobre León de Fernando Alonso García. A León en la cartografía le siguió en 2003 León en la historia postal y ahora esta obra monumental a través de la cual se presenta una nueva visión del pasado leonés. En el prólogo expone Fernando Alonso García la dificultad que supone la elección del soporte gráfico dentro la tipología disponible. El presente estudio «pudiera haberse extendido -”escribe-” por lo menos hasta 45 tipos diversos de reproducciones». Se trata de soportes gráficos que van desde «Calendarios» hasta «Relojes y Secantes», sin olvidar cajas de cartón y lata, calendarios, menús, objetos-¦ hasta piedras litográficas.
La elección de los grabados, en sus distintos soportes, supone adentrarse en todo un mundo artístico, del que Fernando Alonso Luengo es experto conocedor y coleccionista, lo que hace posible este milagro editorial. En sus palabras de presentación alude a la dificultad que supone separar materiales artísticos como la fotografía, el grabado y la fototipia, dada su « vinculación tan íntima». Parecida dificultad exige parcelar el periodo de tiempo elegido para los 1.103 grabados, número a todas luces considerable. De entre ellos, se conoce la autoría de 330 grabados, la pertenencia a 98 poblaciones y la representación de 24 personajes regios.
Con un claro planteamiento metodológico, objetivo esencial en este tipo de obras, los grabados seleccionados se presentan en tres bloques: « Grabados de poblaciones», « Grabados de retratos de personas regias» y « Grabados de temas». De entre ellos, el último bloque es el único que carece de referencia concreta a poblaciones de León. Para facilitar su manejo la obra ofrece dos apartados esenciales, los capítulos « Ilustraciones de grabados» y « Catalogación de otros grabados». Excepción hecha de los casos de Maragatos, Catedral de León, San Isidoro y San Marcos, la clasificación de poblaciones sigue el orden alfabético, si bien cada uno de los grabados que las representan es histórico. Un compact dis c con 196 ilustraciones sirve de efectiva complementación audiovisual.
La belleza de los grabados y la exquisitez de las reproducciones, acompañadas de una rigurosa y detallada ficha técnica, cumplen la función que Fernando Alonso García pretende: demostrar cómo los grabados cumplieron (como los retablos de la Iglesia desde hace muchos años y el trabajo de los periodistas en la actualidad) una función social incuestionable: resumir los acontecimientos diarios. Satisfecho puede estar el autor. Sin duda sus deseos se han cumplido: « La felicidad sería total, aunque son ustedes los lectores, quienes juzgarán, si se ha conseguido el objetivo propuesto». No hay duda alguna al respecto.