Nueve modos de mirar la luz
I. Ojos de Luna
mirarán las cosas, un poco como yo las miro
J. R. J. , Ellos
Al alba, ¡ojos abiertos!
Abre y alza la mano
para tactar el mundo
y acariciar la luz nueva del día.
Ahora mira las cosas
para seguir los sueños voladores,
un poco como yo las miro.
II. Dánae
Con el agua y los puños
la lavandera saca
la luz al blanco lino de las sábanas
y las tiende en la hierba
para el ardiente sol del mediodía.
Ahora duerme a la sombra del aliso.
Por la fronda se filtra un rayo de oro.
III. Ojos con fiebre
La puerta está cerrada y la ventana.
Una raya de luz en el umbral
te llama para el mundo.
Aquí adentro en penumbra
alienta aún la fragancia
de los amaneceres
y el corazón del fuego de la noche
dormido en la ceniza.
Y ahora viene piadosa
la mano hasta tu frente.
IV. Veinte de diciembre
Es la manzana última del otoño.
Y ése, el último pájaro
en la rama más alta
bebiéndose la luz
muda del día.
El pomar, ya sin hojas, lo sostiene piadoso.
Mañana será invierno.
V. Al alba
A tus ojos las aves han traído
la mañana y el vuelo de la luz
desde la aurora.
A tus manos, la hoguera:
la paz de las encinas
y el olor del rebaño
subiendo la ladera.
A tu ventana, el bosque:
el secreto rumor de la fuente escondida,
y los sendas del viento
y el sonido del mar
y las manos del musgo
y la voz que te llama.
A tu puerta, el camino:
los pasos del que llega con el día
a llamar a tu puerta.
VI. Veleta en cinco tiempos
Hacia la torre
las cigüeñas regresan.
Cae la tarde.
Gira, veleta.
La rosa de los vientos
nunca se mueve.
Sales de noche.
La veleta callada
sigue tus pasos.
La luna luna.
La veleta la guía
hacia el Oeste.
El viento duerme.
En la giralda el gallo
espera el alba.
VII. Luz no usada
Hay luz en las roderas.
Es la escarcha y la luna
y el filo de la aurora que avanza
monte abajo.
VIII. Luz de invierno
Como un perro tendido
la luz desfallecida
en la ladera blanca.
Y el silencio en la piedra
en la que estás sentado.
Ningún ave en el cielo.
Puedes cerrar los ojos.
IX. Escrituras
Lo que escribo son letras
repetidas de pájaro en la nieve,
mas no palabras;
de pisadas desnudas
en la desierta playa,
mas no palabras;
de arenas movedizas
en el reloj de arena,
mas no palabras;
de siluetas de pájaros
en cielos vespertinos
rojos, hondos.
Trazos, manchas de luz.
Nunca palabras.