Contra el intrusismo
ADMINISTRADORES DE FINCAS. . Frente a los ‘piratas’ que invaden esta profesión, los administradores garantizan profesionalidad y formación.
La labor del administrador de fincas —pese al desconocimiento generalizado— es mucho más que llevar la contabilidad de una comunidad de vecinos. Sus funciones van desde la cimentación de edificios, pasando por el saneamiento y la instalación eléctrica, la adecuación de fachadas y de cubiertas hasta el cobro a los morosos.
Una amplia gama de servicios para una profesión «desprestigiada» en la que el intrusismo profesional «prolifera cada vez más a causa de la crisis», asegura el presidente del Colegio Oficial de Administradores de Fincas de León, Jesús Luque Borge. «Sólo las comunidades que ya trabajan con nosotros son verdaderamente conscientes de la importancia de tener las cuentas saneadas y contar con una buena gestión».
Y es que gestionar una propiedad en la que conviven muchos inquilinos no es fácil, surgen numerosos problemas «para los que un ‘pirata’ no tiene recursos ni soluciones y sí nosotros, que cimentamos nuestra labor en dos pilares básicos; la formación de los colegiados y la profesionalidad».
Detrás de un administrador —continúa Luque— «hay un colegio que responde siempre por él evitando que un extraño, o en su defecto un vecino, realicen nuestras labores», apunta.
El Colegio de Administradores de Fincas dota al profesional —a mayores— de un seguro de responsabilidad civil que se haga cargo de todos los problemas que puedan surgir de la gestión del propio administrador. «En cambio, los vecinos que trabajan con ‘piratas’ están desprotegidos y nadie se hará cargo de los posibles desperfectos».
Asimismo, la colegiación obligatoria garantiza la calidad del servicio eficiente a los ciudadanos y a los consumidores en general, favorece flujos informativos y no afecta o retrasa trámites como implementación de las normativas en materia de vivienda, implantación de las tasas administrativas o resolución de procesos jurídicos.
En cuanto a la formación continua, este colegio ofrece cursos y conferencias a lo largo de todo el año, como la que se celebró en la capital el pasado mes de octubre, a la que asistieron 125 colegiados llegados de Castilla y León, Valencia, Galicia, Cantabria, País Vasco, Albacete y Tenerife.