El luchador informático

Abel Cabero tiene 25 años y asegura que hoy es «un privilegiado con mayúsculas» al tener la suerte de trabajar en su tierra y de lo que le gusta. Trabaja en el área de Servicios Bancarios de HP, desarrollando aplicaciones para distintas entidades financieras. Forma parte del grupo de «mainframe» que se dedica a los desarrollos propios de la lógica de negocio del banco. Concretamente hace desarrollos de procesos batch y procesos on-line. Explica que estos últimos influyen directamente sobre el terminal financiero del banco, interfaz gráfico mediante el cual el personal de la entidad accede a todas las aplicaciones para dar servicio a todos sus clientes. Resalta que estos desarrollos necesitan tener una alta cualificación, porque es necesario conocer los complejos procesos y metodologías que usa el banco y ser expertos en lenguajes específicos de sistemas host. Son desarrollos con un altísimo grado de criticidad porque «las operaciones bancarias no deben ni pueden sufrir ningún error», añade.

Abel Cabero deja constancia de que ha sido importante la implantación de HP en León para evitar la fuga de cerebros. «La mayoría de los ingenieros que terminan sus estudios en la Universidad de León son de la provincia y que HP les ofrezca la oportunidad de desarrollar su talento en casa, ayuda a que muchos de ellos se queden en nuestra tierra y descarten llevárselo a otras comunidades o a otros países», argumenta.

Este joven ingeniero ha realizado el Máster en Tecnologías de Seguridad del Inteco porque está convencido de que cada día las empresas necesitan proteger más y mejor su información ante elementos maliciosos cada vez más sofisticados.

Por cierto que este joven leonés es habitual de los corros de lucha leonesa. Dice que esta disciplina y la ingeniería informática poco tienen que ver. «Si acaso podría decir que la lucha en este momento necesitaría algo del empuje que lleva consigo la informática, siempre tan ligada al progreso, algo que la saque del estancamiento en el que, a mi parecer, ahora mismo se halla inmersa», destaca.

Piensa que León apunta a convertirse en un poco tecnológico muy importante dentro del país. Considera que la consolidación de las empresas instaladas en León pone de manifiesto que «no se equivocaron» cuando apostaron por León. Pero añade que tiene que haber implicación del sector privado y de la administración pública para que las TIC sean un motor de la economía «en una provincia tan castigada por la falta de inversión empresarial y de empleo».